176 particulares reflotan el golf de Artxanda con una aportación de 6.000 euros cada uno
El nuevo club Uraburu promoverá acciones con otros campos vizcaínos para hacer de Bilbao el destino del norte en la práctica de este deporte
El golf seguirá siendo práctica habitual en Artxanda después de que un grupo de 176 particulares se hiciera en enero con la propiedad de un ... campo que parecía condenado a la desaparición. Con una aportación de 6.000 euros cada uno, el nuevo club Uraburu Golf S. A. ha echado a andar en junio para evitar el cierre de unas instalaciones cuyo último propietario, Ganguren Golf Course, entró en concurso de acreedores, con una deuda de 4,1 millones de euros.
El informe de liquidación del administrador concursal señalaba el 8 de diciembre pasado como fecha tope para recibir ofertas antes de la clausura definitiva del club. «Ante esta situación, había que dar un último empujón. Analizamos el informe y vimos alguna posibilidad real de quedarnos con él», explica Enrique Valcárcel, presidente de la nueva entidad. Entonces presentaron su oferta y un mes después el juez les adjudicó el campo. No sin antes analizar un plan de viabilidad que debía garantizar el mantenimiento de la actividad y del mayor número de empleos posible.
Una campaña previa de captación de socios reunió a 176 aficionados dispuestos a rascarse el bolsillo para quedarse con el campo, que cuenta con una docena de empleados y un servicio de hostelería externalizado. Otros 14 se han sumado de modo más reciente y las medidas para aumentar la cifra continúan. «Queremos ser un club de socios referente, porque las acciones van a ser libremente transmisibles. Nadie va a perder nada de lo aportado si quiere desvincularse», afirma Valcárcel. Además, dentro de la unidad familiar se incluirá a los nietos, «porque los clubes se tienen que nutrir de gente joven», advierte.
80 extranjeros al mes
El Uraburu pretende ser una entidad «diferente»; sin gerente, con socios a cargo del mantenimiento, el cuidado del campo, la gestión económica, la comunicación... porque con un presupuesto anual de 600.000 euros no queda otra que ajustar el gasto. Aún así, sus responsables se muestran optimistas de cara a un futuro para el que maduran algunos proyectos. Entre ellos, montar una cancha de prácticas, cerrar un acuerdo con la escuela de Edu Celles -profesor de Jon Rahm-, y colaborar con los otros clubes vizcaínos -Laukariz, Punta Galea y Meaztegi- para alcanzar un objetivo ambicioso: hacer de Bilbao «el destino golf del norte». «Tenemos un aeropuerto a 15-20 minutos de cualquier campo, y esa es una ventaja que hay que aprovechar», razona el presidente de la entidad, que desde junio ha constatado la llegada mensual de unos 80 jugadores extranjeros. «Hay que conseguir que el que viene de fuera deje dinero en Bilbao», añade.
Los nuevos propietarios del golf de Artxanda presumen de tener un campo «único», con una orientación privilegiada «que te permite jugar todo el año». «Algunos dicen que resulta un poco duro, exigente desde el punto de vista físico. Pero para esos tenemos una flota de 25 coches», destacan. Eso sí, existe otro problema que no tiene tan fácil solución: el azote de los jabalíes, que practicamente a diario provocan importantes daños en las instalaciones. «Tenemos a un operario trabajando casi en exclusiva para ello. Y supone mucho dinero», lamenta Valcárcel. «Es lo que tiene disfrutar de un campo enclavado en plena naturaleza, aunque eso también sea parte de su encanto», se resigna.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión