Las partes pactan pedir 12 años y medio de cárcel para el acusado del crimen de San Ignacio
La fiscal rebaja la calificación de asesinato a homicidio y la defensa renuncia a la absolución al reconocer su cliente los hechos
Fiscalía, acusación particular y defensa han acordado solicitar al jurado un veredicto de culpabilidad para el acusado del crimen de San Ignacio y una pena ... de 12 años y medio de prisión. La fiscal ha rebajado su calificación inicial de los hechos como asesinato a homicidio al no apreciar después del juicio que exista en el caso alevosía, que se castiga con entre 10 y 15 años de cárcel. A aplicarle un atenuante por conducta impulsiva y un agravante por reincidencia, la horquilla subiría un grado y quedaría entre 12 años y medio y 15, según ha explicado el abogado de la familia.
«La víctima tenía heridas de defensa, aunque mantengo la convicción de que Esteban acometió con un cuchillo y un tenedor a la víctima y le provocó la muerte. Ángel pudo defenderse», ha aclarado ante los miembros del tribunal popular encargado de emitir un veredicto. El acusado reconoció los hechos al comienzo del juicio y su abogado renuncia a pedir la absolución y se adhiere a la Fiscalía y a la acusación particular.
En la última sesión del juicio que se celebra en la Sección Segunda de la Audiencia vizcaína, las partes han presentado sus alegatos finales. La representante del Ministerio público ha recordado que dos testigos presenciaron la agresión y que uno de ellos lo grabó en vídeo. Uno de ellos «escuchó una discusión y vio cómo Esteban le clavaba a Ángel el cuchillo de frente y encarado en repetidas ocasiones, incluso cuando cayó al suelo». Los peritos forenses, que han presentado el informe de autopsia, contabilizaron más de 20 heridas inciso-contusas, cuatro de ellas dirigidas al corazón y otras al cuello, que de no haber recibido asistencia médica inmediata le hubieran provocado la muerte en el lugar. El herido, que también tenía lesiones de defensa en la palma de una mano y en el atebrazo, falleció tres días después en el hospital de Cruces.
«Personalidad impulsiva»
Había restos biológicos de la víctima tanto en el tenedor como en el filo del cuchillo, donde se halló también ADN del acusado. Ambos instrumentos fueron recogidos por la Ertzaintza en la vivienda donde se produjo el ataque, en el barrio bilbaíno de San Ignacio.
Respecto al examen sobre la imputabilidad del acusado, las forenses especializadas en psiquiatría de la Audiencia vizcaína le han descrito como un individuo «con un perfil de personalidad impulsiva, no basado en decisiones racionales sino en reacciones a emociones negativas». Según las expertas, no se trata de una patología mental, pero sí «afecta levemente a sus facultades volitivas», por lo que se le debe aplicar un atenuante.
Tanto la fiscal como el abogado de la acusación particular han recordado que Esteban es «reincidente», ya que fue condenado por la Audiencia de Madrid por un homicidio, «el mismo delito», cometido en 2006, que terminó de cumplir en agosto de 2019, justo dos años antes del crimen de San Ignacio. El acusado ha rehusado hacer uso del turno de última palabra.
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