«Parte de nosotros se fue aquel día con Joaquín»
La viuda del trabajador de Zaldibar cuyo cuerpo nunca apareció asegura que «las cosas se podían haber hecho mejor»
Elena Álvarez, la viuda de Joaquín Beltrán, el trabajador que murió en el derrumbe del vertedero de Zaldibar y cuyo cuerpo nunca apareció, aseguró el ... pasado viernes que «las cosas se podrían haber hecho mejor» en la búsqueda del cuerpo de su marido, así como en la gestión del depósito de residuos que acabó con su vida. En una entrevista concedida a EITB, en el segundo aniversario del desastre, la viuda de Joaquín sostuvo «que algo no se estaba haciendo bien» en la escombrera cuando se produjo el desplome. No obstante, la mujer dijo no querer ahondar en ese asunto, porque «son pasos hacia atrás».
Álvarez relató con crudeza el calvario con el que la familia, residente en Zalla, trata de vivir desde hace dos años. Habló de «las pesadillas horrorosas» que tienen sus hijos -Fran, Laura y Pablo- y de lo difícil que está siendo para su suegra, madre del trabajador fallecido. «Ya no somos los que éramos. Parte de nosotros se marchó aquel día con él». Elena aseguró que a los allegados de Joaquín les falta «esa chispa de vida» que antes tenían, porque «mi marido era el pilar de la familia, un hombre, un padre, un amigo y un marido extraordinario».
«Quiero pensar que se hizo todo lo que se pudo. Queremos vivir sin rencores y más tranquilos»
Elena afirmó que lo sucedido es «una herida abierta que sigue sangrando». Relató cómo al principio tenían esperanzas de que el trabajador apareciera vivo. Después, la esperanza se fue apagando y ya, al final, solo esperaban que hallaran, al menos, su cuerpo, como sucedió con el cadáver de su compañero Alberto Sololuze. En este sentido, recordó con inmenso dolor el día en que le comunicaron que la búsqueda ya no continuaría. «Tienes que hacer caso de los expertos», dijo. «Pero quizás las cosas se podrían haber hecho mejor, aunque quiero pensar que se hizo todo lo que se pudo». La viuda de Joaquín no quiere remover eso porque «queremos vivir sin rencores y más tranquilos». En esta línea, añadió que «no quiero torturarme con determinadas cosas», porque «a Joaquín no me lo van a devolver».
La mujer del trabajador fallecido destaca todo el apoyo recibido. «Nos hemos sentido arropados por la maravillosa familia que tenemos, incluyo aquí a la de Joaquín, porque la siento como mía, y también por todos los amigos, que, por fortuna, tenemos muchísimos». Elena sostuvo que no le queda más remedio que seguir luchando, viviendo «mi desgracia como pueda y sacando adelante a mis hijos».
Los restos de Joaquín no han podido ser enterrados porque no fueron encontrados. En su lugar, la familia, como relató Elena, llenó una urna de cartas de despedida.
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