Los bomberos apagan un fuego en la nave de Sestao que se había avivado. L. González

«Todos los pabellones en desuso están okupados»

Un incendio en Sestao con siete personas intoxicadas en una nave destapa una realidad que provoca problemas a los vecinos: «Cualquier día habrá una desgracia»

Viernes, 12 de septiembre 2025, 00:57

Las grandes dificultades para acceder a una vivienda, unido a la crisis migratoria, que sigue atrayendo a muchas personas a Bizkaia procedentes de otros países ... y con escasos recursos, está provocando que una realidad antes silenciada: el nuevo chabolismo. Un fenómeno que ahora toma forma de ocupación de viejas naves en desuso. Ya había aflorado en los últimos tiempos, pero se ha disparado ahora, convirtiéndose en los últimos meses en un problema endémico en Bizkaia.

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Y es que desde Bilbao, sobre todo en el entorno de Zorrozaurre, hasta Galdakao, pasando por Barakaldo o Trapagaran, pocas zonas industriales con edificios huérfanos de actividad se libran de convertirse en morada de quienes no tienen lo suficiente. «Todos los pabellones en desuso están okupados», aseguraron ayer este periódico fuentes policiales justo después del incendio que dejó siete heridos en una nave de Sestao. «Son numerosos», remarcaron. La situación es lamentable para los afectados, pero también un foco de problemas y quejas para los vecinos, que han de soportar problemas de convivencia y de falta de seguridad. «Cualquier día va a ocurrir iuna desgracia», reflexionaban ayer algunos, al contemplar como el incendio que se registró sobre las seis de la mañana en Sestao terminó con siete atendidos, tres de ellos trasladados al hospital por inhalación de humo. Todos, que salieron por su propio pie, se encontraban en el interior de una antigua fábrica de congelación de pescado, Bilbomar, situada junto a un edificio de viviendas.

Ocurrió en la calle Marismas de Galindo, a unos pocos metros del límite con Barakaldo. Hasta allí se desplazaron bomberos de Urioste, Artaza y Derio, que tuvieron que sacar con autoescala a los tres hombres más graves. Dada la voracidad del fuego, las llamas llegaron a amenazar con propagarse al pabellón contiguo, una forja en la que se producen piezas de automoción. «Empezamos el turno a las seis y al poco nos estaban ya sacando a los treinta trabajadores. No se podía ni respirar. Hemos estado en la calle hasta las ocho de la mañana», relató uno de los empleados.

Una hora después de la llegada de los bomberos se dio por extinguido el incendio, aunque tuvieron que regresar sobre las diez de la mañana para frenar unas llamas que se habían avivado. Una situación que preocupaba enormemente a las tres familias del bloque contiguo, que también tuvieron que ser desalojados de madrugada. «Vivimos en un edificio de madera, que tiene más de cien años, y cualquier chispa que salte puede liarla gorda», relataban tras comprobar que volvía a salir humo por la fachada.

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Todavía con el miedo en el cuerpo, aseguraron que este pabellón lleva unos 20 años sin uso, y más de una década con okupas. «Es un sinvivir, ya hubo otro incendio hace años, que también nos sacó de la cama. Los que están aquí van cambiando y entre ellos hay peleas, se apuñalan, tiran los excrementos fuera... La comunidad ha denunciado esta situación muchas veces pero nadie hace nada, y algo así se veía venir», remarcó José María Cos. Loli Hoces, la vecina que dio aviso al 112, asegura que se llegó a escuchar «una explosión». «Vinieron rápido pero si llega a ser más pronto y nos pilla a todos en la cama salimos ardiendo».

Proceso judicializado

Desde el Ayuntamiento de Sestao apuntan que la propiedad de la nave es de una empresa privada, y que su okupación «estaba judicializada». «El proceso de lanzamiento estaba ya en la fase final, de modo que el desalojo del edificio se iba a producir a corto plazo», informaron. «Nos consta que ha habido una vigilancia especial de Policía Local y Ertzaintza en la zona a raíz de escuchar las inquietudes de los vecinos». Según ha podido saber este periódico, en una ocasión se encontraron en el interior de esta antigua empresa numerosos objetos robados en varios asaltos a comercios del cercano barrio de Urban, en Barakaldo.

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Desde la asociación de vecinos Kaiku Sestao afirman que llevan meses advirtiendo de la tensa situación que se vive en este punto, en la zona de La Punta, con «robos con violencia a vecinos e inseguridad constante». «Es una realidad conocida por el Ayuntamiento y la policía. Pese a las reuniones mantenidas, nos transmitieron que estaban atados de pies y manos por las leyes, que dificultan enormemente la desocupación».

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