Orden de captura e ingreso en prisión para un grafitero que atacó el metro
Fue condenado a dos años por un delito de daños y al tener antecedentes y no abonar la multa impuesta tendrá que entrar en prisión
Josu García
Sábado, 12 de julio 2025, 03:06
Un juez de Bilbao ha decretado la búsqueda y captura para su posterior ingreso en un centro penitenciario de un grafitero reincidente que en 2023 ... fue condenado a dos años de prisión por el ataque que protagonizó en 2019 contra una unidad del metro en Basauri. La Justicia ha tomado esta decisión después de que el joven no haya satisfecho la multa que se le impuso para soslayar precisamente la cárcel, según ha podido saber EL CORREO de fuentes judiciales. El caso es uno de los más llamativos de la historia del suburbano vizcaíno, al ser la primera vez que una persona cumplirá penas privativas de libertad (si se le localiza finalmente) por violentar trenes de la compañía.
El joven tiene ahora 29 años y es de origen madrileño. Hay dos detalles que hacen especialmente interesante este asunto y que explican por qué muchos gafiteros son solo sancionados desde una perspectiva administrativa y no penal. El hombre que ahora tendrá que ingresar en prisión tenía antecedentes por un delito de daños. Y fue condenado de nuevo por este ilícito tras atacar el metro en Basauri. El matiz está en que los jueces consideraron que eliminar la pintura que había esparcido por los vagones «no fue un mero deslucimiento» que se puede limpiar sin que haya más consecuencias, sino que obligó a lijar la chapa y a adelgazar el metal que recubre los convoyes. Esta consideración hace que los grafitis fueran considerados un daño real tipificado en el Código Penal y no una mera falta.
Así quedó en una importante sentencia del Tribunal Supremo dictada a finales de 2023, que sentó jurisprudencia con respecto a ataques graves contra mobiliario o material móvil ferroviario de carácter público. Desde entonces, en los últimos dos años, el asunto ha regresado a la Audiencia de Bizkaia, donde se ha estado dando vueltas de nuevo al asunto para ver cómo se ejecutaba esa resolución del alto tribunal. En principio, los magistrados impusieron una fórmula que permitía al condenado eludir su ingreso en un centro penitenciario. Le obligaron a ir abonando una multa mensual durante varios años. Esta cantidad era de apenas unas decenas de euros al mes. Sin embargo, en un nuevo giro inesperado, el acusado no ha abonado las cuotas previstas y tampoco está localizable. Por este motivo, se ha decretado su búsqueda e ingreso en prisión.
La noticia surge apenas mes y media después de que el suburbano sufriera uno de los peores ataques de su historia. El día de la final de la Europa League en San Mamés (21 de mayo), una quincena de encapuchados pararon un tren en la estación de Lutxana, mientras se disputaba el partido, aprovechando la escasez de medio policiales, retuvieron a sus pasajeros en el interior y procedieron a pintar cada centímetro cuadrado del convoy.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión