La odisea de dos montañeros holandeses en el Gorbea: 12 horas perdidos y rescatados por la Ertzaintza

El macizo del Gorbea es un paraje natural precioso pero esconde también sus peligros. Sobre todo, cuando las condiciones meteorológicas son complicadas. Dos montañeros holandeses han tenido que ser rescatados en la madrugada de este domingo por la Ertzaintza después de que se extraviaran en el macizo de Itxina, en plena tormenta de nieve. El incidente, que ha tenido un final feliz, ha mantenido en jaque a la unidad de montaña de la Policía autonómica durante casi 12 horas.

Los excursionistas, de 25 y 22 años, dieron la voz de alarma cuando se encontraban en la zona de Itxina, dentro del término municipal de Orozko. Fue a las 17.30 horas de ayer sábado, cuando se recibió la llamada de emergencia en el 112 de Txurdinaga. Empezaba a caer la noche en un día que ya era de por sí oscuro, debido a las nubes amenazadoras que descargaban nieve de manera recurrente.

La petición de auxilio ha obligado a movilizar a los agentes de la Unidad de Vigilancia y Rescate (UVR), expertos en este tipo de operativos y buenos conocedores del Parque Natural del Gorbea, ya que es uno de sus lugares habituales de entrenamiento. Los jóvenes holandeses explicaron que tenían agua y comida suficiente pero que no hallaban el camino adecuado para bajar del monte.

Durante toda la noche se ha mantenido el contacto telefónico con los excursionistas. Los holandeses aseguraban sentirse bien, aunque con mucho frío. Finalmente, los agentes han podido localizar a los montañeros, que han descendido por su propio pie, guiados por los ertzainas. Eran las cinco de la mañana cuando acababa su odisea.

Una Técnico de Atención de Emergencias del Gobierno Vasco ha coordinado las labores de rescate y la gestión con la Cruz Roja para proveer a los afectados de un avituallamiento de ropa seca, bebida caliente y mantas térmicas, así como la movilización sanitaria hacia el punto de encuentro en el aparcamiento de Belaustegi, en Orozko (Bizkaia). Afortunadamente, la peripecia se ha saldado con un principio de hipotermia.

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