Jóvenes corren por el paseo del Canal, frente a las obras en la isla de Zorrozaurre. Luis Ángel Gómez

Las obras en Zorrozaurre provocan una plaga de ratas en Deusto y San Ignacio

El Ayuntamiento prepara una campaña especial de desratización en la vía pública y exigirá a las constructoras de la isla un plan integral de control de plagas

Jueves, 30 de octubre 2025, 00:46

Quienes van a hacer ejercicio por el paseo del Canal, el que llega desde Deusto a San Ignacio frente a la isla de Zorrozaurre, se ... están encontrando a muchas ratas en su camino durante los últimos tiempos. Y los bichos se han internado además en ambos barrios. «Campan a sus anchas», protesta Vicente Climent, vecino de Lehendakari Aguirre. Vive a la altura de la rotonda de Don Bosco y las ve cruzar el asfalto a menudo tras salir de los matorrales. «Son como conejos de grandes. El otro día se coló una en el bar de aquí abajo y no había manera de sacarla».

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Lo mismo que ha llamado gente a este periódico para denunciar la situación, el Ayuntamiento de Bilbao también ha recibido varios avisos en el mismo sentido. Por eso, según revelan fuentes del Área de Salud y Consumo, «técnicos de sanidad ambiental se han personado en el lugar para realizar una valoración del entorno». Sí han confirmado que hay un problema y «se van a intensificar las actuaciones de desratización en la vía pública».

Lo llamativo es que esta situación no tiene que ver, aseguran las mismas fuentes municipales, ni con que las temperaturas anormalmente altas favorezcan la reproducción de los roedores, ni con que la falta de lluvias mantenga los nidos a salvo en el subsuelo al no anegarse las alcantarillas. Lo que ha provocado esta plaga, aseguran, son las obras, los movimientos de tierra, en la isla de Zorrozaurre. En estos momentos se están levantando varios edificios de viviendas y se está ejecutando también el gran parque que discurrirá junto al canal. Todo ello habría provocado que los ejemplares que vivían en esas zonas, hasta ahora abandonadas y baldías, se trasladen al otro lado del cauce de agua, a Deusto y San Ignacio.

El sector DDD

Por ese motivo, y para «actuar coordinadamente», el Ayuntamiento de Bilbao va a «instar a las empresas responsables de la demolición, excavación y movimiento de tierras» en Zorrozaurre a presentar «un plan integral de control de plagas a través de empresas autorizadas del sector DDD (desinfección, desinsectación y desratización)». En el Área de Salud y Consumo insisten en que su actividad «puede provocar la aparición y expansión de la rata gris o de alcantarilla e insectos en zonas adyacentes».

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En realidad, la proliferación de estos animales no es nada nuevo, aunque sí lo sea esta especie de migración tan numerosa por las obras. Desde el año 2015 los avisos por su presencia en las calles de Bilbao se han multiplicado por cuatro, y eso tiene mucho que ver con el cambio climático. Expertos del Ayuntamiento ya admitían hace unos meses de que «las condiciones meteorológicas de los últimos años, con inviernos templados y alta humedad, hacen que la actividad de estos roedores se mantenga».

Además, está el hecho de que la ciudad tiene actividad hostelera intensa, y también hay profusión de eventos en la calle. Así que se incrementa la cantidad de comida que se desecha y, por lo tanto, el alimento para estos animales, que cuando están sanos tienen una enorme capacidad de reproducción. Pueden tener casi una camada al mes de entre cuatro y dieciocho crías cada vez; y los cachorros pueden empezar a criar a los seis meses. De ahí la importancia de mantener a raya este fenómeno.

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Para ello el Ayuntamiento lleva a cabo de manera periódica campañas de desratización en los distintos barrios de la ciudad. Cada día salen a la calle varios aplicadores de plaguicidas para luchar contra los roedores. Es una batalla complicada porque Bilbao tiene una red de saneamiento que supera los 600 kilómetros, más de 14.000 sumideros y más de 16.500 arquetas. En función del movimiento que hay, de dónde van surgiendo focos, se van desplazando los cebos con veneno y las trampas, que adoptan varias formas.

Con todo a favor y sin depredadores naturales en la ciudad

La 'rattus norvegicus' es una de las primeras especies invasoras que llegó a Europa hace siete siglos y desde entonces no ha dejado de propagarse por todo el mundo. Su capacidad de adaptación es enorme y su velocidad de reproducción, impresionante. Y con el paso del tiempo cada vez está más a gusto en la ciudad. Ya no es solo que el clima más templado y las lluvias menos frecuentes hagan del alcantarillado un hábitat propicio, y que el aumento de residuos les aporten alimento. Es que, además, apenas tienen ya depredadores naturales en entornos urbanos. Las aves como lechuzas y cárabos ya no operan como amenaza apenas, y las colonias de gatos, antes tan numerosas, ahora están mermadas. El uso de venenos para su control también está muy controlado.

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