Las obras del bidegorri de Bilbao avanzan y toman un carril del puente de Deusto

Según se recoge en el proyecto, el nuevo bidegorri se meterá durante unos metros en el espacio que ocupa la acera para dejar libre la parada de autobús situada en el viaducto, y volver a salir después a la calzada antes de enlazar con el tramo que sube desde Abandoibarra. También quedan por ultimar los trabajos de conexión y pintado del nuevo carril bici, en el otro extremo del puente, a la altura de la rotonda Pío X, con las sendas ciclistas de Lehendakari Agirre y la que baja por la Universidad de Deusto.

Estas tareas forman parte de la ampliación de la red ciclista de Bilbao. Están dotadas con un presupuesto de 900.000 euros y se espera que estén finalizadas, como tarde, a mediados de diciembre. Aunque vista su marcha podría ser incluso antes. Los trabajos dan continuidad a la apuesta de la ciudad por dar cada vez más espacio a la bicicleta y al peatón en detrimento del coche. Con esta actuación los vehículos a motor han perdido un carril de entrada el centro de la ciudad tanto en el puente de Deusto como otro en Lehendakari Leizaola.

Pero este no es el único nuevo bidegorri que está ejecutando -o lo hará a corto plazo- el Área de Movilidad y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Bilbao durante estas fechas. El segundo es el que unirá los barrios de Irala y Miribilla por el parque de Eskurtze a través de un recorrido de dos kilómetros. Estos trabajos cuentan con un presupuesto cercano al millón de euros. Solo en la primera fase, la que se desarrolla en Miribilla y que permitirá conectar la calle Askatasuna con Díaz Emparanza, se invertirán 550.000 euros. Se pretende también crear un paso peatonal y seguro a través de la carretera. Además se va a proceder a instalar iluminación, y ampliar el camino que transcurre perpendicular al bidegorri.

El tercer tramo nuevo de senda ciclista que tiene entre manos el Consistorio es el que unirá el Casco Viejo con Begoña. Discurrirá por ahora tan solo unos metros para poder conectar la actual de la rotonda del Ayuntamiento con la glorieta situada junto al edificio San Agustín, pasando por la estación de bicicletas. En una fase posterior conectará con la plaza Músico Guridi, ya en el barrio de Begoña, a través de Zumalakarregi, hasta cubrir una distancia de 830 metros, reduciendo al menos un carril de la calzada en esa zona.

Habrá un camino rojo para subir y otro para bajar. El área de Movilidad está tramitando de forma anticipada el proyecto para que pueda salir a licitación antes de que termine el año y así arrancar las obras en 2025. Solo la primera fase tendrá un coste de 453.000 euros para las arcas públicas, aunque se prevén invertir 2,7 millones en el conjunto de la actuación.

Gracias a estos tres proyectos, financiados todos ellos con fondos Next Generation, Bilbao ampliará hasta los 70 kilómetros su red de tramos para uso exclusivo de ciclistas. Pero no serán los últimos. El Ayuntamiento prevé ya poner en marcha otro tramo de bidegorri entre Irala y Rekalde para favorecer la conexión del mismo con Sabino Arana, así como otro más por Maurice Ravel. Aunque esto no será hasta el próximo año.