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La Bilbaína, fundada en 1839, celebra todos los años una alubiada «exclusiva» para sus socios. La entidad, que cuenta con más de 1.200 miembros, organiza una segunda comida anual para festejar precisamente el 'Día del Socio'. La primera estaba prevista para hoy. Sin embargo, ... la junta directiva, presidida por el médico Juan Ignacio Goiria, decidió posponerla a este viernes para intentar sentar al mayor número de comensales en sus históricos comedores de la calle Navarra. «Vimos que este día tendríamos más asistentes que si la celebrásemos un miércoles», reconoce el facultativo.
La cita contaba con plazas limitadas y el plazo de reservas permaneció abierto hasta el pasado 24 de febrero. Los invitados solo tenían que pasar por recepción y dejar su nombre o apuntarse en la página web del club, que mantiene una intensa actividad social, cultural y gastronómica. El cambio de fecha obtuvo una importante respuesta al confirmar su presencia 220 personas.
La 'alubiada del socio con todos sus sacramentos', como se anuncia, arrancará el próximo día 3 a las dos de la tarde. Debido al elevado número de asistentes, el almuerzo tendrá lugar en varias dependencias. El traslado permitió cuadrar sin ningún problema las agendas de un elevado número de profesionales, pero «sin caer en la cuenta» de que este será un Viernes de Cuaresma. «Dentro de los socios hay personas de todo tipo. Hay bastantes católicos que respetan la vigilia propia de estas fechas y que siguen estos preceptos», argumentó el que fuera presidente de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao.
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En una petición inédita hasta la fecha, Goiria trasladó al obispo de Bilbao la posibilidad de que le otorgara una dispensa para poder servir carne. «Por la gracia de Dios y de la Sede Apostólica», Joseba Segura aceptó la solicitud cursada por el principal responsable de La Bilbaína. El obispo justificó su decisión al tratarse de «una comida que incluye carne para los socios» y «no poder cambiar la fecha de la misma». «DISPENSO (sic), a tenor del capítulo 87, del cumplimiento de dicha ley a quienes en esa ocasión no les sea posible observarla sin grave incomodo».
En la carta, firmada ayer, Segura recuerda que la Conferencia Episcopal Española ha «retenido» la práctica penitencial de «la abstinencia de carnes». Sin embargo, también advierte de que este precepto puede ser «sustituido libremente» por otras prácticas «recomendadas por la Iglesia». El prelado, que a mediados de febrero ofreció una conferencia en la Sociedad Bilbaína en la que reflexionó sobre el cristianismo y garantizó que la religión «no desaparecerá nunca», insiste en que en los Viernes de Cuaresma queda prohibido saltarse la vigilia «a no ser que se haya obtenido la legítima dispensa».
Goiria apuntó ayer que ninguno de los socios que acudirán a la alubiada tradicional prescindirá de los sacramentos. La decisión es homogénea y se extenderá por igual a todos los invitados. Así que los platos aparecerán con sus trozos de costilla, tocino, morcilla y chorizo. «Se trata de una situación normal y que en absoluto responde a una cuestión que parezca propia de élites», reflexionan desde la prestigiosa institución.
Dado que en la «Iglesia universal son días y tiempos penitenciales todos los viernes del año», especialmente en la época de Cuaresma, la concesión de la dispensa obispal exhorta «a quienes no puedan abstenerse de la carne» a sustituirla por algunas prácticas. Segura enumera una serie de recomendaciones a los comensales que darán buena cuenta del contenido de la olla que preparará el equipo de cocina del club. Aconseja la lectura de la Sagrada Escritura y también sugiere a los asistentes que piensen en los más desfavorecidos con la concesión de «una limosna».
Deja plena libertad sobre el importe de las ayudas en la «cuantía que cada uno estime en conciencia». Segura sugiere la realización de «otras obras de caridad», entre las que subraya las visitas «a enfermos o atribulados», e invita al desarrollo de ejercicios de «piedad». Plantea también como alternativas la «participación en la Misa» y el rezo del rosario. En última instancia establece a los favorecidos por esta dispensa la realización de «mortificaciones corporales».
La Bilbaína, que mantiene relaciones de intercambio con numerosos clubes nacionales y extranjeros y en Navidad organiza las famosas galas de juventud, con la puesta de largo de las nuevas generaciones, no considera esta dispensa «una cosa especial», sino algo «normal». El presidente de la entidad remarcó que iniciativas de este estilo suelen fijarse también en «algunas peregrinaciones».
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