El número de residencias se estanca en Bizkaia pese al envejecimiento poblacional

El 90% de estos espacios son de titularidad privada, aunque después aproximadamente un tercio de sus plazas están concertadas. Pues bien, en los últimos 15 años la cantidad de estas residencias ha ascendido de las 141 de 2009 a las 149 actuales. Desde la Asociación Empresarial de Gestores de Centros Asistenciales (GESCA, entidad a la que pertenecen la mayoría de centros) señalan que «no hay problemas ni largas listas de espera en acceder a una cama por la vía privada», situación contraria a lo que ocurre con las plazas públicas. Ahora bien, reconocen que ante unos usuarios «cada vez más dependientes» será fundamental «impulsar un nuevo modelo de atención en el futuro».

Los ratios de personal por cada dependiente y los horarios de los trabajadores también son un factor a tener en cuenta en ese sistema que quiere impulsarse. Con el fin de reivindicar unas condiciones dignas, las 6.600 trabajadoras de estos centros (más del 80% son mujeres) consiguieron el pasado noviembre renovar su convenio tras 68 jornadas de huelga. El acuerdo fue presentado ayer por GESCA.

El convenio actualiza el número de trabajadores que tiene que haber por cada persona usuaria en un centro de atención a la tercera edad, adaptándose así a la normativa autonómica impulsada el pasado junio. En el caso de aquellas residencias con pacientes en segundo y tercer grado -la práctica totalidad-, el ratio debe ser de un gerocultor (el especialista que se encarga de las actividades básicas diarias) por cada tres usuarios.

Por ir a lo concreto: en un centro de 100 plazas, tiene que haber al menos 29 gerocultores. Sin embargo, si a esta cantidad se le suma el resto del equipo técnico dedicado a la atención directa (trabajadores sociales, enfermeros, psicólogos, médicos y pedagogos) y quienes realizan labores indirectas con las personas dependientes (cocineros, limpiadores, personal de mantenimiento, administración y dirección), las personas que intervienen en una jornada completa asciende a las 51. Sin embargo, según explicaron ayer los responsables de GESCA, habitualmente las residencias grandes se estructuran en módulos de 25 plazas, con cada uno de los compartimentos con sus propios especialistas.

Al igual que en los anteriores convenios, la jornada máxima sigue siendo de 35 horas semanales, con un tiempo de descanso de 20 minutos. Asimismo, se mantiene la obligatoriedad de que el 85% de la plantilla tenga un contrato indefinido. Del mismo modo, el acuerdo recoge las tablas salariales hasta 2025, donde se acuerda un incremento del 25,5% en cinco años. En el caso de los gerocultores, su sueldo ascenderá a los 1.800 euros brutos en 14 pagas.