Casi nueve de cada diez chefs vascas creen que tienen menos oportunidades que los hombres
Un informe de la Academia Vasca de Gastronomía, la Diputación y la Universidad de Deusto trata de dar respuesta a por qué apenas hay mujeres en la alta cocina
La invisibilidad de las mujeres en diversos sectores es innegable. Pero hay uno, el de la alta cocina, en el que es aún «más sangrante» ... esa falta de reconocimiento. El 46,5% de las estudiantes de hostelería vascas creen que no existen las mismas oportunidades para las féminas que para sus compañeros varones, un porcentaje que se eleva al 87,5% entre las chefs profesionales, que señalan que uno de los mayores frenos a sus carreras es, como en muchos otros trabajos, la maternidad (un 87,5%). Esos son algunos de los resultados de la investigación realizada por la Academia Vasca de Gastronomía y la Diputación de Bizkaia en colaboración con la Universidad de Deusto.
«La mujer ha estado en las cocinas de los hogares durante siglos, al frente de las cocinas también de restaurantes tradicionales, y no hay un cocinero de alta cocina que no recuerde a sus amas, a sus amamas, como inspiradoras de su vocación», ha subrayado la diputada de Empleo, Cohesión Social e Igualdad, Teresa Laespada, durante la presentación del informe. Sin embargo, ha matizado, ese «liderazgo» está «en la sombra».
La mitad de las estudiantes prevén que tendrán menos posibilidad de destacar que sus compañeros varones. En el caso de las profesionales, el 62,5% consideran que tienen menos oportunidades de brillar. Y, más allá de las percepciones, también lo dicen los datos. «De los 195 restaurantes con estrella de España, solo 18 son de una mujer», ha destacado Laespada.
Una de quienes está al frente de un negocio de éxito es Lara Martín, responsable del restaurante Mina y una de las ocho chefs de alta cocina que ha participado en las entrevistas que han nutrido el documento. Entiende la profesional que son varios los factores que influyen en ese menor reconocimiento, aunque insiste en que, a su juicio, «la maternidad» es el principal.
«No todas quieren tener familia»
«Los restaurantes abren a las noches, los fines de semana, cuando no hay colegio», ha señalado antes de aclarar que «no todas quieren tener familia». En su caso, «ha habido temporadas en las que hemos tenido solo mujeres en la cocina», y ha sido así porque «nunca pasa por mi cabeza si meto a un chico o una chica; voy a meter al mejor profesional que tenga delante».
La presidenta de la Academia Vasca de Gastronomía, María del Mar Churruca, ha lamentado que en ocasiones le ha sucedido «recomendar a una cocinera» para un puesto y que la hayan rechazado porque «está recién casada y piensan que se va a quedar embarazada». Sí que es cierto, ha reconocido, que las preocupaciones por el futuro son diferentes entre los estudiantes de hostelería en función del sexo. «Los chicos muestran más ambición y dan más importancia al prestigio y ellas a las dificultades que tendrán para conciliar la vida familiar y laboral», ha expuesto.
Aunque las alumnas, que suponen «el 34%» de quienes cursan formación de hostelería, ven las barreras «más como algo que les puede afectar a otras y no a ellas». «Es un signo esperanzador, porque algunas cosas están cambiando, pero seguimos preguntándonos si este optimismo es realista», ha cuestionado.
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