Un nuevo carril de acceso desde la margen derecha aliviará la congestión del puente de Rontegi

Según explican responsables del departamento foral de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, el problema es que justo en ese punto los dos carriles de La Avanzada y los otros dos del Txorrieri se funden en tres, aunque más adelante vuelvan a ser cuatro al sumarse el carril del pinchazo de Plaiabarri. «En los momentos de mayor intensidad, los movimientos de tráfico hacia el puente de Rontegi generan un efecto embudo, sobrepasando la capacidad de asimilación de la vía», admiten las mismas fuentes.

Para aliviar esos problemas, la actuación eliminará la actual convergencia de la BI-30 y la BI-637, dando continuidad a los cuatro carriles procedentes de ambos troncos hasta la plataforma viaria sobre el cauce. Para lograrlo se ampliará la actual calzada en ese tramo al convertir el actual talud inclinado de la derecha en un muro anclado de 112.5 metros de longitud y tres de altura. De este modo se podrá desplazar hacia la derecha el actual carril para los vehículos que proceden de Plaiabarri «sin aumentar la ocupación de terrenos».

Esta actuación se completará con la reposición del asfalto, de las defensas, de la iluminación y las redes de fibra óptica; la implantación de una barrera rígida de hormigón en la mediana para proteger los nuevos pórticos implantados recientemente en la calzada opuesta y la revegetación de la zona donde se habilitará el muro de hormigón. Durante la ejecución de estos trabajos se hará especial hincapié en causar las menores afecciones posibles al tráfico, manteniendo el número de carriles actuales con una anchura mínima de 3,30 metros.

El puente de Rontegi alcanza picos de intensidad de tráfico de hasta 165.000 vehículos al día ya que es la única alternativa de la red de alta capacidad para cruzar la ría, conectando carreteras que soportan una elevada intensidad de tráfico: La Avanzada, el corredor del Txorierri y la Autopista A-8. La Diputación subraya que la solución a las caravanas pasa por construir el túnel subfluvial que conecte Ballonti y Artaza y que completará la gran variante metropolitana de Bizkaia, pero que no entrará en servicio hasta 2028.

Mientras tanto, las actuaciones forales se centran en puntos concretos para mejorar la fluidez y la seguridad del tráfico en el entorno del puente como la primera fase de Kukularra, finalizada en 2019 tras una inversión foral de 5,1 millones de euros y que afecta a la conexión de Rontegi con el corredor del Txorierri y Enekuri. La segunda fase, actualmente en ejecución, tiene un presupuesto de 10 millones y concluirá en otoño de 2021. Y este verano finalizarán las obras para mejorar la capacidad de La Avanzada en su conexión con la rotonda de Artaza. (1,1 millones) y está en redacción el proyecto constructivo para reducir la congestión entre el nudo de Cruces y el puente de Rontegi.