La nueva oleada de estafas en Booking golpea a Bizkaia
Unos vecinos de Portugalete denuncian haber sido timados por ciberdelincuentes que suplantaron la identidad de una inmobiliaria real en esa plataforma
En los últimos dos meses ha empezado a proliferar un nuevo tipo de estafa en los portales de alojamientos vacacionales. Hasta ahora, lo habitual en ... este tipo de plataformas eran los anuncios falsos: los ciberdelincuentes ofertaban pisos o paquetes turísticos que no existían. Hay muchos casos de usuarios que reservaron viviendas de ensueño en pueblos turísticos y que, una vez en el destino, se encontraron con que todo era mentira.
Pero desde el pasado diciembre los especialistas en ciberdelitos han detectado una nueva forma de engaño, más sofisticada y difícil de desenmascarar. «Lo que hacen los ciberdelincuentes es colarse en las plataformas y suplantar la identidad de las personas o empresas que realizan ofertas reales en esa misma web», explican fuentes especializadas.
Se trata de una nueva forma de engaño «más sofisticada y difícil de desenmascarar»
Alazne y su familia, vecinos de Portugalete, son de las últimas víctimas de esta nueva modalidad de estafas. En su caso, el engaño llegó a través la multinacional de alojamiento Booking, una de las plataformas de reservas más grandes del mundo. Esta mujer ha perdido 590 euros. Ya ha puesto una denuncia ante la Ertzaintza y ha tratado de ponerse en contacto con Booking, pero nadie responde al otro lado.
Alazne realizó la reserva el pasado octubre. Había usado ya esta página web muchas veces y vio un anuncio de un piso en el centro de Madrid para el puente de la Constitución. Había un enlace a la inmobiliaria que supuestamente ofertaba la vivienda. Se puso en contacto con ellos y le dijeron que la reserva no podía realizarla a través de la plataforma y que tenían que enviarle una «invitación» para formalizar el pago. Aquello le extrañó, pero comprobó que en otros pisos el procedimiento era similar. Además, en ese momento le dio «seguridad» el hecho de que la forma de pago fuese a través de una transferencia bancaria y no con la tarjeta de crédito.
Alazne pagó. Estaba con muchas cosas encima y durante un tiempo se despreocupó. Pero pronto le empezó a extrañar no recibir ningún tipo de información sobre el viaje. Fue entonces, poco antes de viajar a Madrid, ya con las entradas compradas para ver un espectáculo, cuando empezó a indagar y encontró a la inmobiliaria real que ofertaba el piso. Se puso en contacto con ellos y le dijeron que ese piso era real y lo tenían en alquiler, pero que no habían firmado ningún contrato con ellos. «Me sentí idiota y me llevé un gran disgusto», reconoce Alazne.
Esta vizcaína puso una denuncia en la Ertzaintza. Allí le dijeron que habían recibido otras «ocho» denuncias esos días por hechos similares relacionados con Booking. También llamó a la plataforma de viajes, pero nadie le atiende. Le piden que aporte la clave de la reserva para que le atienda una persona. Un número que «obviamente» no tiene.
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