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Cata popular de zurras ayer en la carpa de Solobarria. Iñaki García Uribe

El último zurracapote de Bizkaia

Forma parte de la identidad de Basauri y corre por las venas de sus paisanos, por lo menos, desde 1968. «Igual de vivo», afirma el etnógrafo Iñaki García Uribe

Ane Ontoso

Basauri

Viernes, 17 de octubre 2025, 16:10

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Vino tinto, fruta, azúcar y canela. Es la humilde base del zurracapote, primo carnal de la sangría pero en absoluto igual. Basauri lo ha cuidado tanto, que podría ser el único reducto donde se mantiene en Bizkaia. «Será posiblemente el último registro que queda. Y queda igual de vivo que cuando llegó en el 1968», afirma Iñaki García Uribe, etnógrafo de la Sociedad de Ciencias Aranzadi y a quien le gusta profundizar en aspectos poco o escasamente conocidos en la población.

Ayer decidió darse una vuelta por la cata popular de zurracapote que se organizó en la carpa de Solobarria, llevaba tiempo esperando a verlo con sus propios ojos. «Había mucha gente joven, de unos veinte años, ya cogiendo el relevo con mucha ilusión y mucho fundamento. También estaban el Alcalde y la concejala de fiestas, participando como uno más», cuenta. Según sus palabras, halló «el último sitio que queda con el zurracapote como elemento aglutinador de todos los jóvenes del pueblo. No existe otro. Es una riqueza tremenda». Le encantó.

Revivió, asimismo, su juventud en Miravalles, donde antaño «hacíamos zurracapote en las lonjas, igual que en Basauri, donde echabas la voluntad y bebías a porrón –evoca–. Nosotros también en bota, en Basauri son más puros y lo hacen todos en porrón». Como en Miravalles, «sobre todo (o casi sólo) en los pueblos industriales, más que en el mundo rural, en todos se hacía», explica el experto.

«Sin zurracapote, no habría fiestas de Basauri, es el nexo de unión de las dieciséis las cuadrillas»

Una cuadrilla, 1.400 litros

Esta bebida, que no está claro «si la importamos de La Rioja o de Navarra, o de los dos sitios, por nuestra relación familiar de veraneo con ambos lugares en los años 60, que es cuando empiezan nuestros padres a tener los coches 600, que era una distinción. Entonces, se iban allí a comer chuletillas y a bañar al río».

Dionisio Higueruelo, parte de la junta directiva de Herriko Taldeak, recuerda cómo en los 70 ya se tomaba en las lonjas y se ha mantenido. «Es un nexo de unión entre las dieciséis cuadrillas. Además, si no hay zurracapote no habría fiestas», asegura. Él recuerda cómo una vez a su cuadrilla Alaiak se les picó el zurra y la lonja cercana de Ogeta Bat tuvo que pasarles cien litros para poder abrir la suya.

Y eso que no escatiman en cantidad. Una cuadrilla puede llegar a elaborar 1.400 litros de zurracapote artesanal. Y son dieciséis. «Una barbaridad (risas)», observa Dioni. Algunos no están tan buenos, pero asegura que «todos pasamos por todas las lonjas». Un itinerario que muchos paisanos, como Kepa Izán, recuerdan de sus 'años mozos' con cariño. Y que sigue intacto.

Iñaki García Uribe
Imagen principal - El último zurracapote de Bizkaia
Imagen secundaria 1 - El último zurracapote de Bizkaia
Imagen secundaria 2 - El último zurracapote de Bizkaia

García Uribe también degustó unos cuantos ayer. «Todas las que probé, era como para meterte dentro de la barrica, impresionante. Excepto una que estaba intermedia, que no estoy diciendo que no estaba buena, las otras eran de muchísimo nivel. Daba gusto, una suavidad tragando, y luego, pues eso, la mezcla, la fruta». Hoy en día, Dioni asegura que el caldo «se cuida mucho. Siempre hay leyendas negras, pero al final todos bebemos de todos». Porrón en mano, claro, «sino, no te dan».

Cuenta Dioni que cada año «el mejor zurra lo eligen todas las cuadrillas en una cata a ciegas». No se desvelará, sin embargo, hasta este domingo en la clausura de los 'sanfaustos', cuando recibirán un trofeo de madera tallada a mano por Ambrosio Hernández y diseñado especialmente para ello y para que perdure en el tiempo».

Trofeo al mejor zurracapote creado por Ambrosio Hernández. Dionisio Higueruelo

–Iñaki, ¿por qué cree que se ha mantenido hasta hoy?

–El truco es que la comisión de fiestas, que son los jóvenes, no está politizada. Ese es el secreto.Donde hay muchas tribus, hay mucha más actividad cultural, mucha más actividad social, entonces eso le da una vida cultural y social escandalosa. Como que no hay otro lugar.

–¿Se podría recuperar donde se ha perdido?

–No. Donde se ha perdido el zurracapote que es en toda Bizkaia, no volverá nunca, jamás.

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