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Conocer los principios básicos en primeros auxilios puede marcar la diferencia entre un susto y una desgracia. «Actuar rápido cuando alguien sufre un paro cardíaco ... salva vidas». Así de firme se muestra Laura Martín, enfermera comunitaria de Osakidetza en la unidad de Atención Primaria de Basauri-Ariz. La profesional ha acudido esta semana junto a otros compañeros del centro sanitario al instituto basauritarra de Uribarri para impartir una formación en reanimación cardiopulmonar a los estudiantes de tercer curso de ESO.
El taller, de dos horas de duración, tiene una parte teórica y otra práctica, y acerca a los más jóvenes a situaciones que pueden llegar a encontrarse en cualquier momento de su vida. La iniciativa que ha puesto en marcha el Servicio Vasco de Salud se desarrolla también con alumnos de otros municipios de la comarca, así como en otras localidades vascas, como Gernika, Llodio y Lekeitio. El objetivo es dotar a los jóvenes «de las habilidades necesarias para intervenir eficazmente ante una parada cardíaca, una situación crítica en la que cada segundo cuenta», apuntan fuentes de Osakidetza.
Tras escuchar cuáles son los pasos que deben seguir en una situación de emergencia, llega el momento de pasar a la simulación. Con la ayuda de varios muñecos adaptados para la clase, los alumnos pusieron en práctica los conocimientos adquiridos: cómo realizar la maniobra de Heimlich, colocar al paciente en posición lateral de seguridad, practicar las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) y utilizar el DESA (desfibrilador automático).
Paula Secunza y Ohiane Alonso, dos alumnas del instituto aseguran tras la finalización del taller que la actividad les ha resultado «entretenida» y que ahora «sabemos cosas básicas, pero muy importante, como llamar a emergencias antes de nada». Aunque admiten que en una situación real los nervios se harían más patentes que durante la actividad escolar.
Por su parte, la enfermera comunitaria Laura Martín asegura que los primeros auxilios «generan mucho interés entre los alumnos, sobre todo la parte práctica, desde llamar al 112 hasta empezar las maniobras de RCP. No solo les brinda la capacidad de actuar como primeros intervinientes cruciales en su entorno familiar, escolar o social, sino que también fomenta una cultura de ayuda y solidaridad desde una edad temprana», subraya la profesional.
Martín abunda en el «profundo impacto» que tienen dirigir esta formación a estudiantes de Secundaria porque esos jóvenes «se convierten en potenciales salvavidas, aumentando las posibilidades de supervivencia de la comunidad».
En lo que va de año, en Basauri se han realizado 15 talleres de RCP a los que han acudido más de tres centenares de alumnos. A nivel comarca, han sido más de un millar de estudiantes y 150 profesores de Secundaria a los que han alcanzado este tipo de formaciones impartidas por Osakidetza.
El interés de ampliar este proyecto al profesorado reside en que en los centros escolares haya una o varias personas referentes en RCP «y sean ellas quienes lideren las futuras formaciones en el ámbito educativo con el apoyo de profesionales de Atención Primaria de Osakidetza», subrayan en el Departamento de Salud.
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