Setenta plantas medicinales pueblan los montes de Basauri

A pesar de que Basauri es un municipio altamente densificado en el que destaca el cemento, sus vecinos pueden disfrutar de unos alrededores, con el monte Malmasin a la cabeza, lleno de diversidad medioambiental. «Bien podemos llegar a identificar 70 plantas medicinales y comestibles en el entorno sin mayor problema», explica Mentxu Amunategi, herbolera durante más de dos décadas.

La especialista junto a la asociación ecologista local Sagarrak llevará a cabo el próximo domingo 9 de julio una jornada de más de cuatro horas en la que enseñará a los basauritarras qué tipo de plantas, tanto comestibles como medicinales, pueden encontrar a unos pasos de sus casas y, lo más importante, cómo aprovecharse de sus beneficios. «Las zonas periurbanas son lugares que se usan cotidianamente, pero se desconoce la flora de que se compone y es habitual no saber reconocerla a pesar de tenerla muy cerca», aseguran desde el colectivo local.

Amunategi enumera para EL CORREO algunas de esas joyas que poblan el entorno de la ciudad cabecera de comarca. Las malvas que existen en Iruaretxeta, por ejemplo, defiende la especialista son «antiinflamatorias y vienen muy bien para heridas, catarros e incluso se puede hacer una crema anteojeras con ellas», mientras que la menta de burro repele «la pulgas», apunta. En Basauri también hay «muchas hiedras que son antiinflamatorias y otras plantas como geranio silvestre, de San Roberto, yezgo, salicaria y ortiga, por ejemplo», revela.

Además de enseñar la riqueza de la zona, el colectivo basauritarra aprovechará el segundo domingo de julio para cultivar y trasplantar semillas con propiedades curativas. «Aunque es cierto que está el lugar muy bien, cuando nos dirigimos cerca del núcleo urbano, en el entorno del Vivero hay mucha hiedra y menos de otras plantas porque en los últimos años han estado muchas máquinas por el lugar, han pisado el terreno y es necesario que haya más diversidad», defiende Amunategi.

Por un lado, la asociación ecologista quiere que haya vecinos que se interesen por este mundillo, pero también que todos los basauritarras que lo deseen, puedan beneficiarse de la gracia de la naturaleza. «Nos gustaría crear un bosque autóctono en esta zona más cercana a la ciudad con plantas medicinales y comestibles para que todos los basauritarras puedan ir allí en un momento dado y cogerlas para llevarlas a la mesa y elaborar sus ungüentos», apuntan desde Sagarrak. «Es necesario dar más valor al terreno y llevar a cabo un proyecto importante en el que recuperemos los montes y se impliquen el mayor número de personas», señalan.

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