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Leire Pérez
Viernes, 30 de abril 2021, 20:40
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La pandemia y la situación social y sanitaria derivada del covid desde hace más de un año está haciendo mella en la ciudadanía, tanto a nivel personal como en las relaciones sociales. Y esa zozobra y malestar que padecen un importante número de personas ante una situación no vivida antes, repercute de manera negativa en numerosos aspectos del día a día.
Durante el año pasado, el servicio de Mediación de Etxebarri tuvo más ajetreo durante los meses de marzo, abril y mayo. El confinamiento provocó que aumentasen las peticiones de información. Y aunque a lo largo de todo 2020 se atendieron a 113 personas, las especialistas mediaron al final en 39 disputas, cifras en la órbita de las de un año antes. Del total, se consiguió cerrar 29 enfrentamientos, por lo que 10 conflictos todavía siguen dando quebraderos de cabeza a las técnicas municipales en la actualidad.
Pero además, ante el temor de que se encendieran las llamas de enfrentamientos apagados en 2019, los especialistas hicieron «especial» seguimiento de estos casos y descolgaron el teléfono en varias ocasiones para conocer su situación. Con tantos agentes externos de incertidumbre temieron que la paz se tambalease.
Según han explicado los portavoces municipales, «2020 fue un año difícil desde el punto de vista de la convivencia vecinal. La época de confinamiento supuso un esfuerzo por parte de todos, pero fue ahí y con la permanencia en nuestros domicilios, donde se generó una dinámica diferente».
Y fue entonces cuando se registró el mayor número de quejas por ruidos vecinales. Si bien, a lo largo de 2020, los etxebarritarras también solicitaron la mediación vecinal por olores, suciedad y el uso de los espacios comunes.
Para apaciguar el temple, a los diez días de decretarse el confinamiento el Ayuntamiento publicó una guía dirigida a mantener una buena convivencia. En ella invitaba a comenzar la solidaridad, que entonces salía a raudales en forma de aplausos por los balcones a las ocho de la tarde, por la propia casa. Pedía no hacer ruido, evitar acumular basura en el rellano y reducir los decibelios. Después, publicó una segunda hoja de ruta para que sus vecinos hicieran una correcta desescalada.
Aunque la mayoría de los demandantes del servicio de mediación fueron por iniciativa propia, algunas personas se derivaron por parte de las áreas municipales y la Policía Municipal. Es más, la Guardia Urbana cada vez remite más casos al tratarse de «situaciones que requieren una intervención externa», han comentado las mismas fuentes.
La ayuda lleva en marcha desde 2018 y se creó para limar las asperezas, mejorar la convivencia y evitar de paso que los enfrentamientos terminasen en los juzgados. Los miércoles de 10.00 a 14.00 horas los etxebarritarras son atendidos por las técnicas en el Ayuntamiento, aunque deben concretar cita previa con anterioridad en el correo bitartekaritza@etxebarri.eus y en el número de teléfono 603409275.
El Ayuntamiento está en estos momentos inmerso en el proceso de licitación del servicio, aunque el ciudadano de a pie no notará los cambios porque será la misma empresa, la Fundación Gizagune, la que seguirá atendiendo la oficina. La institución local acaba de adjudicar el contrato durante los próximos doce meses por una cuantía de 18.694 euros.
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