Panes morados por el 25-N

Como todos los días de madrugada, cuando el reloj marca las 04.00 horas, Aída Fuentes levanta la persiana del obrador que su 'aitite' fundó en el centro de Orozko hace sesenta y cinco años. Fuentes es la tercera generación de la panadería Iza, que está reconocida como una de las mejores del país. Por sexto año consecutivo elaborará un pan morado y la recaudación la donará a una asociación que trabaja contra la trata de blancas. Es su peculiar forma de luchar contra la violencia machista.

Este año ha decidido además abrir su proyecto a otros hornos del país. Y a pesar de que, tras el calentón, creó corriendo hace cuatro días la página www.lapanamorada.com ya ha logrado que otros quince profesionales se sumen a la iniciativa. Tres de las adhesiones son de Bizkaia y el número puede seguir creciendo en las próximas horas.

«Es una historia que veníamos haciendo los últimos años, tanto el 25 de noviembre como el 8 de marzo, y este año, a pesar de ir contrarreloj, me apetecía compartir la iniciativa con otras compañeras; de hecho, se pueden sumar todas las que quieran», explica a EL CORREO Fuentes.

«He ido probando diferentes formas, haciendo distintas pruebas y me he quedado con la que más me gustaba, que es en la que utilizamos maíz morado, un ingrediente que se usa mucho en Sudamérica. Compramos el producto en tiendas latinas, lo que también sirve para hacer un guiño a otras culturas y de cara a salir un poco de nuestro área de confort. Es un reto hacer un pan diferente», reconoce la orozkotarra.

Se elabora con harina blanca panificable normal a la que se añade harina de maíz morado, se fermenta con masa madre y un toque de mucho cariño. El símbolo de la mujer completa el diseño para «lograr ser muy visuales tanto con el color como con la forma y el símbolo», comenta Fuentes.

En el negocio de Fuentes se podrá comprar durante todo el fin de semana, en el resto dependerá un poco de las distintas peculiaridades de cada establecimiento. «Hay algunas que únicamente hacen pan días sueltos y lo venderán cuando puedan», señala.

Fuentes realizará en torno a un centenar de hogazas, que venderá al precio de 5 euros y la recaudación la entregará íntegramente -no se descuenta ni materia prima ni mano de obra, que corre a cargo del obrador Iza- a Emargi. «Solemos trabajar con diferentes asociaciones de aquí, por cercanía, y para que la gente lo vea más real y como me gusta también conocer nuevos colectivos y proyectos este año se entregará una asociación bilbaína que lucha contra la trata de blancas», recuerda.

Mónica Irazola de Patxikobaso baserria de Iurreta, un interesante proyecto que gestiona también una huerta y frutales ecológicos, es una de las personas que no dudó en sumarse al proyecto desde el inicio. Ella venderá sus hogazas el sábado en el mercado de Durango. «Supone un poco más de trabajo, pero es una forma de ser más solidarios, algo a lo que estamos ya acostumbrados en casa», señala Irazola. En su caso la recaudación irá a Askabide.

Para Erika Yurre, responsable de Ama Orea, un obrador artesanal de pan ecológico ubicado en el valle de Carranza, la iniciativa permite además «juntarnos a mujeres panaderas y visibilizarnos porque todavía la gente cree que es un trabajo de hombres. Es muy simbólico pero de mí dicen que soy la mujer del panadero, aunque lo gestionamos a medias», explica. «Es una iniciativa muy bonita de la que pueden surgir otros proyectos», comenta. El dinero recaudado lo entregará a la asociación Abesti Lagunak.

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