«Ser Miss también es celebrar mi feminidad»

Esta joven representa a Ugao-Miraballes en la competición. Portar el nombre de su municipio en la banda es un «orgullo, porque puedo darlo a conocer». Lleva meses preparándose para esta cita marcada en rojo en su calendario. «He recibido clases de pasarela, de baile y de oratoria», cuenta. Respecto a esta última disciplina, Fernández desgrana que una parte de las pruebas consiste en «saber defender tus argumentos y explicarte de forma clara». Curiosamente, uno de sus grandes retos durante estos meses ha sido «aprender a desfilar en tacones», ya que confiesa que «nunca me había subido a unos».

Pese a los «prejuicios» que puedan entrañar los certámenes de belleza, Fernández confiesa que las cosas «han cambiado» en el mundo de las misses. «La gente se cree que las que destacan son las altas y delgadas, pero en este concurso hay candidatas de todo tipo de tallas, ves diferentes cuerpos», asegura. Además, cuenta que otra de las críticas que le han llegado es que «estos concursos no son feministas», pero ella se defiende asegurando que «cuando me maquillo no lo hago para que nadie me vea más guapa». «Lo hago porque me gusta, me interesa saber más y todo lo que voy aprendiendo lo practico conmigo misma». Y revela que «el concurso también me ha ayudado a confiar más en mí misma». Tampoco la competitividad entre las participantes le ha llamado la atención estos últimos meses: «En navidades hicimos el amigo invisible, nos llevamos todas muy bien, y estoy aprendiendo mucho euskera de chicas de Eibar y Lasarte. Me llevo compañeras y experiencias de todo esto», añade.

Afronta la final con «muchos nervios», pero su intención es «darlo todo de mí, demostrar quien soy y representar a Ugao». De las 21 aspirantes que se medirán mañana en la gala final, Fernández explica que la forma de elección también depende del público: «La que consiga más likes en su foto de Instagram, pasa directamente al top 10 de finalistas». El plazo para votar por esta vía finaliza mañana y recuerda que «se puede hacer en el perfil de Miss Grand Euskadi y en las historias de Miss Grand España». El resto de finalistas se escogerán tras juzgar sus aptitudes en las disciplinas que han entrenado. Y al final, quedarán cuatro finalistas y la ganadora.

La anterior edición, la corona recayó en la bilbaína Ohiana Torres, que visitó a las aspirantes de este año para conocerlas. Antes de su llegada, «nos pidieron que no nos comparásemos con ella, porque cada una es como es y puede destacar sin tener que parecerse a nadie. Aunque todos tenemos complejos, seamos de una talla o de otra, hay que aceptarnos como somos», argumenta.

Fernández tiene un plan B por si no pasa a la competición nacional: «Me volvería a presentar al de dentro de dos años, pero entre medias, querría seguir estudiando». Fernández se ha formado en estética, pero su paso por el concurso le ha hecho plantearse estudiar para tripulante de cabina de pasajeros. «No me imaginé nunca hacerlo, pero me informé a raíz de presentarme al certamen. El concurso te abre puertas al mundo laboral y haces muchos contactos, también en maquillaje, moda y fotografía. Ahora ya sé lo que quiero estudiar, cuando antes no me había planteado esta opción», explica.