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La comida de aitites y amamas llenó la carpa de Solobarria un año más .

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La comida de aitites y amamas llenó la carpa de Solobarria un año más . CRISTINA RAPOSO

El 'mayor' día de los 'Sanfaustos'

780 personas participan en la tradicional comida para los más veteranos que cada año se ofrece en las fiestas basauritarras

CRISTINA RAPOSO

BASAURI.

Miércoles, 16 de octubre 2019, 02:00

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El aroma de las clásicas patatas a la riojana ha inundado esta mañana nuevamente la carpa de Solobarria, lugar que anualmente acoge uno de los actos festivos de los 'Sanfaustos' más queridos: la comida de los aitites y amamas de Basauri. A las 14:00 horas una larga fila, en la que ordenadamente se colocaban 780 personas, rodeaba la instalación. Entre toda la multitud y con sus amigos se encontraba el debutante Venancio Etxebarria. «Esta es la primera vez que vengo porque hasta ahora no me había jubilado, eso sí, llevo conmigo la mejor compañía», decía a la vez que miraba feliz a sus compañeros. El andaluz y afincado en la localidad desde hace cinco años, Juan Aguilera, también andaba por allí. «Es mi segundo año y seguro que repetiré más veces porque es una experiencia muy bonita», ensalzaba.

Testigo del buen ambiente que se respiraba en la plaza era Sebas Gibello. «Llevo años viniendo y seguiré haciéndolo. Además me estoy preparando para la comida de mujeres que tenemos mañana. ¡Vaya peligro!», anunciaba entre risas y bromas. Otros, vencidos por el agotamiento, optaron por esperar su turno sentados en un banco. «Cuando te haces mayor te duele todo hija, así que aquí estamos sentaditos hasta que nos toque entrar», decía con dulzura Marijose.

«Están buenisimas»

Bajo la carpa trabajaban sin parar medio centenar de miembros de cinco cuadrillas locales. «Esta comida también se celebra en los diversos centros de jubilados del municipio. Sin embargo, creo que está es la más bonita porque siempre hay un ambiente increíble y lo pasamos genial con las personas mayores del pueblo», elogiaba Sonia Borreguero de 'Basatiak'.

Sentados y sin perder de vista los termos que guardaban calientes los platos, muchos abrían boca con un mordisqueando el pan. «La verdad es que tenemos un poco de hambre pero todo lo bueno se hace esperar», asumía Esperanza. María Jesús Cámara, que asistió con su marido, también pasaba el rato a su manera. «Mientras estas aquí hablas con la gente del pueblo y te relacionas. Así es como tienen que ser las fiestas».

Y llegó la hora de meter la cuchara en el sabroso cocido. Rufina de la Torre no lo dudaba. «Están buenísimas, de verdad. Las debería de probar todo el mundo». En la mesa de al lado, Pedro Cámara y su compañera Juli también aprobaron «con nota» el guiso. «Llevo viniendo cuatro años y la verdad es que se come de lujo. Están estupendas y el choricito es fabuloso», decía mientras llenaba la segunda cucharada. «Ahora viene el ragú y después las milhojas, lo mejor de todo», añadía Idoia que también compartía mesa.

El día también dejó hueco para un acto más institucional. El alcalde, Asier Iragorri, Begoña Frutos, presidenta de Herriko Taldeak, y María Larrinaga, concejala de Política Social, entregaron una placa y un ramo de flores como homenaje a Carmen Learreta, de 100 años, y Eliseo Chirapozu, de 98 años.

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