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Imagen de las obras de encauzamiento acometidas en el cauce a su paso por Basauri, en 2015. L. P.

La expropiación de tres viviendas retrasa el encauzamiento del río Ibaizabal

Los Ayuntamientos de Zaratamo y Galdakao debería expropiar los inmuebles para que se acometa una intervención de 12 millones de euros

LEIRE PÉREZ

ZARATAMO.

Viernes, 29 de marzo 2019

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El plan de la Agencia Vasca del Agua URA, para llevar a cabo el encauzamiento del Ibaizabal a su paso de Galdakao y una parte de Zaratamo se encuentra en punto muerto por la presencia de tres viviendas cuya expropiación se retrasa. Las instituciones trabajan desde 2010 en aumentar la capacidad tanto de este cauce como del Nervión en todas las localidades de la zona, para reducir las inundaciones. Hasta el momento se han invertido 23 millones de euros, y la tercera fase, la que afecta a estos dos municipios, ya tiene consignada una partida de 12 millones de euros. Con ellos se actuará en un tramo de poco más de kilómetro y medio, hasta el barrio de Plazakoetxe.

El principal escollo viene porque para que las máquinas entren en los terrenos en los que se actuará, éstos deben estar libres de construcciones. Y aquí está el problema: en el comienzo del tramo a intervenir existen tres inmuebles residenciales, que deberían haberse expropiado y sobre los que todavía no hay ningún procedimiento abierto. Sus propietarios han asegurado a EL CORREO que «nadie se ha puesto en contacto con nosotros para hacernos una propuesta».

Una de las viviendas está levantada en terreno galdakaoztarra y de momento el Ayuntamiento no ha tramitado la «expropiación». Tampoco está determinado «cuál es la entidad» que abonará la indemnización a los dueños, aseguraron portavoces municipales. Por su parte, el Consistorio de Zaratamo no tiene ni «capacidad económica ni de personal» para acometer los trámites, tampoco saben «todavía cómo se expropiarán las casas», admite el alcalde, Jon Ajuria.

El futuro se antoja tan complicado si se siguen los cauces habituales, que ya se barajan otros caminos para desbloquear el asunto. De hecho, VUSA, la constructora de Galdakao que adquirió el solar de la antigua Formica y donde se levantará un Mercadona y otros establecimientos comerciales, no descarta adquirir, «dentro de una colaboración público-privada», las viviendas en cuestión para «agilizar el proceso». Sus responsables consideran que llegar a un acuerdo con los propietarios puede ser «lo más beneficioso para todas las partes». Evitará retrasar el proyecto, una circunstancia que podría darse si los dueños acuden a los tribunales.

«Insuficiencia hidráulica»

Mientras se resuelven estos detalles, la Agencia Vasca del Agua avanza en la intervención. Ha redactado el proyecto, fase previa para poder sacar el tajo a licitación. Esta tercera y última fase denominada 'Bengoetxe- Plazakoetxe', intervendrá desde el azud de Bengoetxe hasta las aguas abajo del puente de Torrezabal.

Según recuerdan desde URA, este tramo se caracteriza por su «insuficiencia hidráulica», es decir, cuenta con una capacidad muy inferior a la necesitada en el caso de tener que desaguar grandes cantidades. La intervención que se llevará a cabo una vez que se licite el proyecto, todavía sin fecha, creará un canal de aguas bajas y se dragará el fondo. De paso se recalzarán las pilas del puente de Plazakoetxe, se demolerán las ruinas del edificio de Outocompu en Zaratamo y el frontón de Santa Bárbara en Galdako. Por último, se demolerá el azud de Bengoetxe y la toma de agua para la fábrica de Formica. Además, para reducir el peligro de inundaciones será necesario que se amplíe y restaure el puente de Mercadillo cuya capacidad tampoco es adecuada.

En total, la Agencia Vasca del Agua destinará casi 12 millones de euros a esta última fase que esquivará las subidas de agua en los próximos 100 años. El objetivo principal es que no se vuelva a repetir lo ocurrido 1983 cuando fallecieron 34 personas, 5 más desaparecieron y se registraron más de 200.000 millones de pérdidas materiales.

Fue en 1998 cuando el Ejecutivo autonómico adjudicó la redacción del proyecto de construcción de las primeras obras. Sin embargo, no fue hasta doce años después cuando las maquinas accedieron en el entorno del puente de Euskotren, en Etxebarri, primer pueblo en el que intervino. Desde el año 2010 y durante siete años se ha actuado a lo largo de 7,3 kilómetros y se ha mejorado la capacidad hidráulica hasta lograr evacuar 1.200 metros cúbicos por segundo.

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