La estación de tren de Ugao, a examen
La estructura en curva de la terminal y el «mal» cierre de las puertas de los coches preocupa a los vecinos, que denuncian problemas de visibilidad
Vecinos de Ugao-Miraballes están preocupados por varios percances registrados a lo largo del último año en la estación de tren. La terminal está construida en curva, «lo que entorpece la visibilidad». Además, los sistemas de cierre de las puertas de los coches «ya han dado algún susto a los usuarios».
Según Amaia Garro, vecina de 74 años, «todo el pueblo sabe que hay un problema de inseguridad». Los andenes siguen una línea curva de forma que «los maquinistas no ven bien de la mitad del convoy hacia el final», señala. Debido a esto, Garro explica que «los conductores creen que los pasajeros ya se han subido o bajado, pero no es así, y a veces cierran las puertas para que el tren arranque antes de tiempo».
«Estamos preocupados, cualquier día alguien se cae y hay una desgracia. Existe un problema estructural en la estación», insiste Txema Redondo, otro residente, que relata dos incidentes ocurridos el año pasado. «A un hombre mayor se le quedó enganchado el paraguas al subir al tren porque se cerraron las puertas antes de tiempo. El convoy arrancó y él acabó arrastrado por el suelo y con el paraguas roto». También una niña pequeña resultó herida «porque al intentar bajar al andén las puertas se clausuraron y tuvo que saltar, torciéndose el tobillo».
Los vecinos advierten, además, de que «la distancia entre el último escalón del vagón y el apeadero es muy grande. Estamos hablando de que, en ocasiones hay hasta medio metro de espacio», manifiesta Pablo Fernández. «La mayoría de la población de Ugao es mayor y no tienen la misma agilidad que los jóvenes», describe este vecino. «Muchas veces veo a la gente haciendo malabares para bajar sin hacerse daño».
«Esta todo en regla»
Desde Renfe aseguran que cumplen todas las normativas de circulación ferroviaria. «Está todo en regla», dicen. Aseguran que «el sistema de seguridad del tren impide reanudar la marcha si se detecta una puerta abierta o bloqueada y que el mismo mecanismo activa la alerta sonora que avisa al viajero de la existencia de un obstáculo que impide cerrar la puerta». En lo relativo a la visibilidad, aclaran que «el apeadero cuenta con las instalaciones y elementos de seguridad necesarios para garantizarla».
El Ayuntamiento dice no tener conocimiento de ninguno de los incidentes. Fuentes municipales señalan que «a finales de octubre, el alcalde, Ekaitz Mentxaka (PNV), se reunió con el Gerente de prestación de servicios y el Jefe de Línea del núcleo de Bilbao de Renfe para trasladarles algunas demandas ciudadanas a cuenta de las frecuencias y retrasos en el servicio, pero no por estas cuestiones».
