«Muchos desconocían que teníamos una cultura propia y les ha encantado»

Hubo un tiempo en que se la conoció como 'la ciudad de las mil chimeneas'. Las numerosas fábricas que salpicaban el paisaje urbano de Roubaix permitieron establecer un vínculo entre esta localidad del norte de Francia y Galdakao, cuyo pasado rezuma también una importante actividad industrial. Ambos enclaves están conectados a día de hoy a través del intercambio cultural internacional que organiza cada año Argizai Eskaut Taldea, con la colaboración del Ayuntamiento vizcaíno.

En esta ocasión, el trueque se ha hecho con trece jóvenes 'roubaisiens', el gentilicio con el que se denomina a los habitantes de esta ciudad francesa anfitriona de la carrera de ciclismo París-Roubaix o 'la clásica de las clásicas', que llegaron el pasado 2 de julio y hoy vuelven a su lugar de origen. Lo hacen, eso sí, acompañados de otros tantos jóvenes galdakoztarras, que vivirán esta aventura en suelo galo hasta el 14 de julio.

La experiencia no ha podido ser más «enriquecedora», asegura la coordinadora del departamento de proyectos de Argizai Eskaut Taldea, Idoia Esteban. La agrupación, que denomina 'gaztetrukes' a este tipo de intercambios juveniles, se afana cada año en ser los mejores anfitriones. «Tenemos una programación variada –explica–. Nos dicen que se nota la diferencia porque somos más activos».

De Galdakao hasta el Guggenheim o desde San Juan de Gaztelugatxe al Bosque de Oma. Todos juntos han explorado conocidos rincones de Bizkaia; excursiones combinadas con actividades lúdicas y educativas. «Este año estamos trabajando el bienestar animal y el cuidado de la naturaleza», puntualizan.

La experiencia tiene un componente cultural, lo que les ha permitido conocer la idiosincrasia vasca. Para entenderla más a fondo, se zambulleron en el deporte rural y hasta hicieron sus pinitos en un taller de pintxos «Muchos de ellos desconocían que teníamos una cultura propia, nuestra lengua, la ikurriña... Les ha impactado. Lo que más les ha encantado han sido las danzas vascas, fueron un exitazo», relata Idoia.

En el acto de acogida, capitaneada por el alcalde, Iñigo Hernando, y la concejala de Acción Social, Amets Iturbe, en el Ayuntamiento de Galdakao, una joven francesa agradeció «la oportunidad» que el intercambio brinda «a los jóvenes. Viajar es un lujo que no todo el mundo puede permitirse». Esta era su primera vez aquí y se confesaba «muy interesada en descubrir esta cultura». Idoia destaca también que el 'gaztetruke' les hace sentirse «más autónomos y ampliar su red de amistades».

Este intercambio forma parte de la novena edición del programa internacional impulsado por Argizai, con el objetivo de fomentar la convivencia intercultural, el aprendizaje mutuo y el respeto entre jóvenes de distintos países europeos. Anteriormente, se han realizado viajes a Irlanda del Norte, Alemania, Irlanda, Chequia, Italia o Polonia.

Durante su estancia, los jóvenes han convivido en la escuela Bengoetxe, que ha sido equipada para la ocasión. Ahora llega el turno en Roubaix, donde les espera la típica «casa de campo» francesa en la que seguir guardando montones de recuerdos.

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