«Compro desde hace 30 años pan y otras cosas y la verdad es que da mucha pena»
Vecinos y clientes lamentan el cierre de los establecimientos de Panaderías Bizkarra, que este lunes abrieron al público por última vez
«Recuerdo cuando abrieron el primer obrador en Usansolo, fuimos de los primeros clientes. Mi mujer y yo solíamos venir mucho. Es una auténtica lástima». ... Así se expresaba Alejandro Rementería, vecino de Galdakao, sobre el cierre de los establecimientos de la cadena Panaderías Bizkarra, que este lunes han dado servicio por última vez. Como él, otros muchos clientes se han despedido con tristeza y han deseado suerte a unos trabajadores con los que han forjado una relación tras muchos años, y han lamentado la pérdida de un negocio «que daba un servicio de mucha calidad».
El pasado lunes 23 de junio, la compañía anunció el inminente cierre de las doce tiendas y los dos obradores que tiene repartidos por la geografía vizcaína. El mayor número de ellas, cinco concretamente, se encuentran en Galdakao. También hay tres en Bilbao, dos en Usansolo, donde se ubica la sede central, una en Basauri y otra en Lemoa.
Tres generaciones han dirigido la cadena desde que en 1957 Esteban Bizkarra abriera la primera panadería en Usansolo. Su hijo Luis Mari tomó las riendas después y su nieto Eduardo es quien ha dirigido el negocio durante los últimos años. En cada una de los locales se había colocado un cartel en el que anunciaban su despedida. Este periódico se ha puesto en contacto con la dirección de la empresa pero no han querido hacer declaraciones y los propios trabajadores no estaban autorizados a hablar.
Desde UGT, sindicato que lleva la representación legal del personal de los locales, señalan a los responsables de la compañía a los que acusaron «de una gestión deficiente» y criticaron su falta de iniciativa «para mantener la actividad comercial y garantizar la viabilidad de los puestos de trabajo». Por otro parte, LAB, que representa a los trabajadores del obrador, denuncia la falta de información y transparencia por parte de la empresa en el proceso. «No nos han explicado si quiera los motivos del cierre», señalan. Desde la gerencia de Bizkarra eludieronhacer declaraciones.
En Galdakao uno de las tiendas se encuentra en la calle Muguru. De allí salía Manu Redondo, cliente de la panadería «desde hace 30 años». Redondo hizo hincapié en la calidad del producto, «tanto el pan como muchas otras cosas» y del gran trato dispensado. «El cierre duele mucho», afirmaba. Rementeria se encontraba en la tienda de la calle Juan Bautista Uriarte. «Yo vivo muy cerca y da verdadera pena. Son muchos los recuerdos aquí con mi mujer, venir era para nosotros una rutina», destacaba. También coincidía con Redondo en señalar el gran servicio que siempre ha recibido. «Un comportamiento fabuloso», apuntaba. Rosa Santamaría, otra cliente habitual, se mostraba preocupada por la falta de negocios de este tipo en el pueblo. «Primero fue Lemona y ahora esta, cada vez es más difícil encontrar pan de calidad», señalaba.
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