Basauri ofrece realojos a cuatro familias para activar los derribos en San Fausto
El Consistorio conversa con Gobierno vasco para darles «una solución habitacional» y confía en que todo llegue «a buen puerto»
La hornacina de San Fausto, tal como la conocen sus vecinos, tiene los días contados. También la hilera con las últimas casas antiguas que dibuja la zona. El Ayuntamiento de Basauri ha llegado a un acuerdo con las cuatro familias que viven en la calle para activar los derribos en San Fausto. Un asunto que estaba enquistado desde octubre de 2023, cuando el Consistorio, gobernado por PNV y PSE, informó a los inquilinos de dos bloques –eran once familias– que debían abandonar sus casas para efectuar el derribo a finales de 2024, una actuación encaminada a construir nuevos bloques residenciales.
El Sindicato de Vivienda Batu del municipio, parte representante de las cuatro familias afectadas que quedan en el edificio, afirma que fue tras la «organización sindical, la movilización social, la persistencia, valentía y lucha incansable de las vecinas», que a principios de este verano lograron reunirse para negociar con el Consistorio. Al parecer, con éxito.
Por el momento «no hay detalles» sobre plazos ni condiciones de realojo, pero sí un compromiso de «no desahuciar» a las familias
Batu ha confirmado que uno de los compromisos que por ahora les ha avanzado el Ayuntamiento de Basauri es que «no van a ejecutar ninguna sentencia de desahucio a los vecinos y se comprometen a realojar en el municipio a las cuatro unidades familiares». Por el momento, no obstante, «no hay detalles» sobre plazos ni condiciones de realojo. «Las familias están en sus casas y cuando comiencen las obras se valorarán los términos», detallan desde Batu.
Por su parte, el Consistorio asegura que «en todo momento nos hemos comprometido con ellos a darles una solución habitacional, al igual que con el resto de propietarios o inquilinos con los que el Ayuntamiento ya había llegado a un acuerdo». Y explican que se encuentran «en conversaciones con el Gobierno vasco para facilitar esos realojos y confiamos en que lleguen a buen puerto».
Indemnizaciones
La actuación se enmarca en la regeneración del tejido urbano del barrio de San Fausto, recogida en el vigente el PGOU (Plan General de Ordenación Urbana) y cuya renovación se incluía ya en el de 1998. «Los planes previstos nunca pueden ir en detrimento de los intereses de las vecinas», observan desde el sindicato.
En el caso de San Fausto, el conflicto comenzó porque el Ayuntamiento, «en vez de empezar por la vía de los realojos, lo hizo con indemnizaciones monetarias irrisorias para que los vecinos abandonasen las viviendas», manifiestan los representantes de Batu. Hubo vecinos entonces «que aceptaron esta oferta, que nosotros en su momento cuestionamos». Las vecinas que aún viven en el bloque, sin embargo, no cedieron.
«Lo que denunciaban es que una indemnización no les servía de nada si tenían que buscar una alternativa habitacional, porque muchas de ellas son mujeres con menores a cargo o personas que cobran una pensión. Además es importante recordar que contemplar realojos era un compromiso que adquirieron en su momento cuando se firmó el PAU (Programa de Actuación Urbanizadora)».