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Conviven casas tradicionales con viviendas lujosas y con más comodidades.

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Conviven casas tradicionales con viviendas lujosas y con más comodidades. Leire Pérez

El barrio obrero de 'la Firestone' celebra su 75 aniversario

La residente más veterana, María Natividad Fernández, y un niño protagonizan el domingo una ofrenda floral

Leire Pérez

Galdakao

Sábado, 24 de septiembre 2022, 01:27

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Cuando María Natividad Fernández, una mujer nacida hace 94 años en Bilbao, fijó su hogar junto a su familia en el conocido como 'el poblado de Firestone' de Galdakao no imaginaba que su vida fuera a ser tan prospera y duradera. Hoy es una de las pocas personas vinculadas a la fábrica y a los inicios de un lugar que se enorgullece de celebrar este domingo su 75 aniversario. Actualmente residen cerca de 300 personas en Olabarrieta, como también se denomina la zona. Ella, junto al biznieto de otro de los primeros pobladores, será la protagonista de la ofrenda floral, que la asociación de vecinos celebrará mañana en el monolito, que recuerda la colocación de la primera piedra de la obra urbanística.

«Todo esto ha cambiado mucho, alrededor han crecido otros barrios, algunas casas se mantienen como antaño, pero otras tienen hasta piscinas», explica María Trinidad Gómez, que vive en la zona desde el año 1963. De la evolución, de barriada obrera a zona residencial, han sido testigos de excepción los más mayores. «Aquí he vivido muy bien. Antes era diferente, todos nos conocíamos y ayudábamos, pero luego fueron cambiando los propietarios. Ya muchos no están vinculados a la fábrica y los caminos se fueron cerrando, la gente valló sus casas. Antes andaba todo el mundo por todos los sitios. Los chavales pululaban por un lado y por el otro», comenta Fernández.

Madre de once hijos, se trasladó desde el barrio bilbaíno de Bolueta al 'poblado' hace 58 años, junto a su marido, Luis Foleo, que trabajaba en el almacén de la fábrica. Como la suya, familias llegadas de otros puntos del territorio y de diversas provincias se asentaron en la ladera para trabajar en el que era uno de los centros referencia de la zona. «A fin de atraer y consolidar una eficiente y duradera mano de obra, y ante la evidente necesidad de vivienda que esto conllevaba, la empresa Firestone Hispania decidió construir un barrio de viviendas para el personal de la factoría», apunta el historiador Xabier Valencia.

Con escuela

«Esta barriada no fue algo habitual para aquella época. Solían tener pocos recursos e higiene, pero aquí fue algo más social, se construyeron casas amplias y con un terreno», recuerda Susana Viteri, integrante de la asociación de vecinos de Aperribari, Txistulanda y Olabarrieta. El barrio contaba con una escuela para los hijos de los trabajadores, a la que iban todos con «bata blancas».

La creación del barrio fue todo un acontecimiento para la época. La empresa compró los terrenos a un abogado militar liberal durante la Guerra Carlista, José María Murga Mugartegi, y a la colocación de la primera piedra fueron representantes religiosos y políticos. Dos años después se dieron las primeras 17 viviendas.

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