Arrigorriaga se suma al método «más ético» para el control de las colonias felinas

Aunque la campaña se lanzará durante los próximos días, «llevamos desde principios de 2020 con este proceso en marcha, pero nos pilló la pandemia y creíamos que no era el mejor momento de empezar a mover nada», señaló la concejala de Medio Ambiente, María Jesús Acedo. El Consistorio destinará 9.000 euros de manera anual a este proceso. «Anteriormente se abonaban 6.500 euros a un veterinario para hacer esta labor, pero hemos incrementado la partida e incluimos la gestión veterinaria, la desparasitación, parte de la comida y otras intervenciones», añadió Acedo, quien aseguró que «todavía tenemos que darle alguna vuelta más al proceso porque vemos margen de mejora».

Hasta el momento, quienes se encargaban de las labores de cuidado de los felinos eran voluntarios y vecinos, que también sufragaban el coste del alimento que estos animales consumen. Ahora, gracias a la asociación local Katu Arima, estas personas cuentan con un carné expedido por el propio Ayuntamiento «para facilitarnos el trabajo», comentó Denise Allende, miembro del colectivo y vecina de Arrigorriaga. El Consistorio, por su parte, reconoció la necesidad de esta medida ya que la normativa «prohíbe expresamente alimentar a los gatos del municipio ya que dicha acción contribuye a la proliferación de los mismos, por lo que estas personas han estado durante mucho tiempo expuestas a que les pusieran una multa, además de haber tenido problemas con los vecinos», dijo la edil.

En los últimos dos años se han esterilizado 37 gatos en el municipio, once de los cuales eran hembras que tienen una media de doce crías al año. Asimismo, se han realizado 23 adopciones y el censo ha descendido de 101 a 87, lo que demuestra «la gran labor realizada durante todo este tiempo por los voluntarios, que se merecen todo nuestro respeto», indicó la concejala. Y recordó que, «la eliminación de una colonia felina, además de un acto cruel, nunca es la solución, ya que otros gatos ocuparán su lugar y, además, está prohibido abandonar o maltratar a cualquier animal».

Ahora toca concienciar a la ciudadanía. «Lo importante es la labor divulgativa. Que la gente sepa que este método existe y es el único que funciona, tanto para los que les gustan los gatos, como para los que no», subrayó Allende. El método CES es «la única forma ética para el control con sacrificio cero, respetando al animal y evitando su reproducción». Actualmente la mayor parte de las colonias de gatos están localizadas en las zonas más alejadas del centro del municipio, como Abusu, Ollargan o Santa Isabel. Desde la asociación aseguran que «les faltan manos», cuentan con una decena de voluntarios y «hacemos un llamamiento para que la gente se anime y si están dispuestos a ayudar y tienen ganas, queremos contar con ellos. Es mucho trabajo para tan pocas personas», puntualizó. «Echar una mano no consiste solo en darles de comer, se puede colaborar con los traslados de los animales, adoptando o preparando mercadillos… acciones que a día de hoy no hacemos porque no tenemos gente».