Arrigorriaga busca soluciones para unos ascensores que «se averían a menudo»
El Ayuntamiento se reúne con la empresa para abordar las deficiencias de mantenimiento que registra el servicio
«Se estropean cada dos por tres. Y lo que es peor, tardan semanas en arreglarlos». El comentario de José Ferrer, vecino de Arrigorriaga, responde ... al sentir general de sus conciudadanos. Se quejan de las constantes averías de los ascensores municipales, que dificultan la movilidad de personas mayores, padres con carritos para sus bebés o personas con discapacidad.
Arrigorriaga cuenta con cuatro elevadores. Dos de ellos están situados en el barrio de Ollargan, y los otro dos en el centro del pueblo, próximos a la estación de Cercanías. Estos últimos permiten el acceso a dos pasos elevados que cruzan las vías hacía el barrio de Makua, una zona residencial, con pocos comercios y donde se encuentra el instituto municipal. Se trata, por tanto, de una zona concurrida, en la que mucha gente hace uso del ascensor. Además, los vecinos acuden normalmente al centro del pueblo a hacer sus compras. «Vuelves cargado de bolsas, te encuentras con el ascensor averiado y tienes que subir todas estas escaleras», se lamenta uno de ellos.
En busca de una solución, la alcaldesa de Arrigorriaga, Maite Ibarra (EH Bildu), y el concejal de Urbanismo, Barrios y Vivienda, David Cidre, se han reunido con los responsables de TK Elevator, la empresa encargada del mantenimiento de los ascensores. En el encuentro, los representantes municipales trasladaron a la compañía su insatisfacción por las condiciones del servicio y les pidieron medidas urgentes.
Según reza el informe del Ayuntamiento, la empresa se ha comprometido a adoptar una serie de medidas para agilizar el servicio, como responder con mayor rapidez a las averías, hacer acopio de piezas para reponer cuanto antes aquellas que se estropeen y elaborar informes periódicos sobre el estado de los elevadores.
El concejal David Cidre calificó la reunión como «positiva». «Ellos admitieron que los tiempos de respuesta no eran los correctos y que actuarán en consecuencia». El Ayuntamiento, por su parte, ha adquirido el compromiso de realizar un seguimiento de la situación y comprobar de primera mano que se cumple lo prometido por la empresa. «Estaremos encima de ellos para que lo hagan, porque la situación es insostenible», señala el edil. «Podemos entender que un ascensor al aire libre sufra averías, pero lo que no es de recibo son los tiempos de reparación, que en algunos casos han sido de mes y medio».
La opinión de Cidre se correspondía con la de muchos de los vecinos que subían en la mañana de ayer hacia el paso elevado. «Ahora funciona, pero durante todas las navidades estuvo estropeado», se quejaba uno de ellos. «Nos dijeron que faltaba una pieza y tenían que encargarla fuera, pero a juzgar por lo que tardaron, supongo que la traerían de Rusia. Y andando», comentaba otro vecino tirando de ironía.
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