Arrankudiaga plantea tres actuaciones para aliviar el problema de la vivienda
En el plan municipal destaca la construcción de diez alojamientos dotacionales en un terreno cedido al Gobierno vasco
La vivienda es un problema cuyo impacto no se limita a las grandes urbes, sino que afecta a todos los municipios y que ha obligado a los ayuntamientos a buscar soluciones. Estas, sin embargo, no son universales, sino que deben responder a las características y necesidades concretas de cada localidad. Así lo han planteado en Arrankudiaga-Zollo, desarrollando un plan con tres ejes estratégicos. Uno de ellos, consistente en la construcción de alojamientos dotacionales en un terreno cedido al Gobierno vasco, ha dado un paso adelante esta semana con la adjudicación de la redacción del proyecto.
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«En Arrankudiaga-Zollo tenemos un problema de espacio, que dificulta la construcción, ya que el municipio está cortado por los cuatro costados por el río Nervión, la autopista, las vías del tren y la nacional 625», detalla Txutxi Ariznabarreta, alcalde de la localidad, que tiene un millar de habitantes. «Nuestra idea ha sido tratar el tema de tal forma que cuando llegue la demanda de las siguientes generaciones haya una reserva que les garantice su derecho a vivir en el pueblo en el que han nacido», explica el primer edil de EH Bildu.
De estas tres vías, dos están relacionadas con la inversión pública y una con la privada. En primer lugar «nosotros hicimos en 2022 una cesión de suelo para que el Gobierno vasco construyera una serie de alojamientos dotacionales, y ellos serían quienes se encargasen de todo el proceso: la redacción del proyecto, la concesión y la obra», señala. «En total serán diez viviendas y la inversión estará entre 1,5 y 2 millones de euros», explican desde el Gobierno vasco. Estas se situarán en el barrio de Elexalde, ubicado en Zollo. «La licitación de la obra se hará durante el próximo año, aunque todavía no hay una fecha definida», destacan. «Con estas promociones buscamos un reequilibrio territorial, que también haya oferta en los núcleos más pequeños», apuntan.
La segunda actuación consiste en la construcción de apartamentos por medio de una cooperativa. «Establecimos una franja de edad de los 20 a los 36 años y dimos prioridad a los residentes de la localidad para acceder a la cooperativa, a la que se cedió suelo municipal», cuenta Ariznabarreta. Serán un total de doce domicilios, y las obras ya están avanzadas. «También hay un proyecto similar en Zollo, aunque está paralizado porque no existe aún la demanda necesaria», señala.
La tercera y última está ligada al sector privado. «Lo que hicimos fue una ordenanza que permitía que los caseríos se puedan dividir en dos viviendas», apunta Ariznabarreta. «Hemos hecho una ficha de cada uno de ellos, analizando que la zona en la que están tiene la capacidad para absorber ese aumento vecinal», destaca. Desde el Consistorio confían en que este proyecto pueda resultar beneficioso en varios aspectos: rehabilitar cada barrio de forma equilibrada, favorecer los cuidados para las personas mayores, ya que sus familiares podrán vivir cerca, y aumentar las posibilidades económicas al repartir la inversión entre varias personas.
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