Basauri multará al propietario del burro «abandonado» tras el desfile de Olentzero

El Ayuntamiento de Basauri ha resuelto sancionar a la persona que contrató la Fundación Sustraiak las pasadas navidades y que facilitó el burro del desfile de Olentzero. La razón es que el equino fue «abandonado» durante «48 horas sin comida, ni bebida y atado» en unas campas del municipio. En los próximos días, la institución local deberá determinar el grado de gravedad de los hechos denunciados por el Colectivo Antitaurino y Animalista de Bizkaia (CAAB) y establecer la correspondiente multa, según explicaron ayer a este periódico portavoces municipales.

Además, el Consistorio ha solicitado a la Diputación, a propuesta de la formación Basauri Bai, información sobre si esta persona dispone de autorización para la actividad ganadera y que, en caso de que no la tenga, se realice una inspección en sus instalaciones. Hace un año, de hecho, la entidad foral ya le requisó quince caballos, diez burros, once ponis y un cerdo que tenía en «malas condiciones» en el barrio de San Miguel.

La pena que se aplicará, puntualiza la Administración local, será grave o muy grave, dado que se comprobó el «abandono» del animal y se incumplió la legislación, tanto la local como la autonómica. Podría enfrentarse a una multa de 300 a 1.502 euros en el caso de que se dictaminase que los hechos son graves y de hasta 15.025 euros si se decide finalmente que son muy graves.

Tirón de orejas

En el informe que origina el proceso sancionador, el asesor municipal recuerda que el dueño del animal «no acudió a recogerlo» y «permitió que permaneciera atado a la intemperie, sin la alimentación necesaria y en instalaciones indebidas desde el punto de vista higiénico-sanitario del 24 al 26 de diciembre, dejando al animal abandonado a su suerte».

Una actitud que incumple varios artículos de la Ley vasca de Protección de los Animales y de la ordenanza municipal. «Tenía obligación de recoger al animal. Dispuso de tiempo suficiente para buscar una alternativa al transporte supuestamente averiado», añade el técnico en referencia a la justificación que aportó el propietario del equino. A pesar de que el colectivo animalista también dirigió en su denuncia sus miradas hacia la asociación Sustraiak por ser la organizadora del desfile, el asesor municipal entiende que su conducta no es reprochable y archiva la causa.

En su opinión, el colectivo se limitó a contratar el servicio y no tenía por lo tanto que hacerse cargo del burro una vez terminada la bajada del Olentzero. Y apunta que el lugar elegido para amarrar al animal, una campa próxima al local de la asociación y propiedad de Adif, era «relativamente seguro». Sin embargo, sí que pega un tirón de orejas a Sustraiak al apuntar que «quizá debían haber elegido mejor al propietario» y «llamar a la Policía Local el mismo día 24».