Etxebarri se va de fiesta

Comienza la cuenta atrás. Y aunque todo está preparado -la comisión de fiestas lleva meses trabajando duro-, los temores de última hora revolotean en las cabezas de los organizadores. Como marca la tradición serán ellos los que leerán un pregón que, un año más, invitará a disfrutar de un centenar de eventos y actividades para todos los gustos y edades y repartidos por el mayor número posible de calles. El objetivo claro. Que los etxebarritarras salgan a la calle y se regocijen del ambiente. Aunque el Ayuntamiento se dirige también a los vecinos de otras localidades que todavía no hayan tenido la suerte de irse de vacaciones y les invita a «acercarse a nuestro pueblo a disfrutar de sus fiestas, de las actividades, de la hostelería y sobre todo, de su gente».

La muchedumbre recorrerá las calles el viernes desde primera hora de la tarde y las cada vez más numerosas camisetas de las cuadrillas inundarán la plaza del Ayuntamiento de colorido. Porque cada año surgen «nuevos colectivos» que apuestan por pasárselo bien, según reconocen desde la Jatzordea, lo que complica conocer el número exacto de cuadrillas.

Se aprovechará el escenario musical para desde allí leer un discurso inaugural en el que se animará a los vecinos a participar. También se aprovechará el lugar para, desde las alturas, presentar oficialmente el cartel de fiestas y, como ya se ha convertido en tradición en la localidad, rendir un homenaje muy especial a una persona o entidad característica del municipio. «Es un secreto, siempre lo es, porque nos encanta ver la cara o caras se les quedan cuando lo anunciamos», bromean desde la comisión. Como siempre, a la hora de la elección del galardonado, se han tenido en cuenta diversos criterios como que este vecino o vecinos sean «típicos» de Etxebarri, que difundan el nombre de la localidad fuera de sus fronteras, que participen en el movimiento asociativo y que tengan un «carácter fácil, que se pueda tratar con ellos». En años anteriores, por ejemplo, se ha reconocido el trabajo del coro Doneztebe Abesbatza.

Un año más, la comisión de fiestas ha querido pisar sobre seguro y ha apostado por un programa «variado» en el que se mantienen las actividades con más solera, que a su vez se entremezclarán con novedades como una concentración de vehículos tuning y la segunda edición del concurso local de sokatira. Las actividades y exhibiciones deportivas con el partido de pelota como epicentro pondrán por su parte el punto saludable a los concursos gastronómicos que un año más buscan batir retos de participación y amortiguar el impacto de los litros de alcohol que se engullirán por la noche.

Por Santa Ana

La localidad de Etxebarri se sumerge en apenas cinco días en sus fiestas patronales y, aunque choca que las conmemoraciones deberían celebrarse en diciembre por haberse construido la iglesia del municipio en honor a San Esteban, desde el Ayuntamiento recuerdan que hay una explicación y que además es de las pocas localidades que puede presumir de contar con «tres santos».

Hace décadas los responsables municipales consideraron que el 26 de diciembre, día de San Esteban, era una fecha poco «idónea» para salir a la calle y rendir con los honores que se merece a su santo, así que aunque -eso sí, «con mucho respeto»-, ni cortos ni perezosos tomaron una decisión de gran envergadura. Relegaron al santo a un segundo plano y optaron porque Santa Ana, copatrona de la localidad y beata de su única ermita, tomase el protagonismo.

Pero, además, como no quisieron hacer un feo a los otros dos santos que acompañan a la abuela de Jesús en las efemérides más cercanas convirtieron los festejos en una muestra de gratitud a Santiago y a San Ignacio. A este último por ser el día en el que el municipio vuelve a la calma.