La mejora de las piscinas de Orduña deja en el aire el lago de La Paul

Según comentan varios propietarios de los terrenos donde estaba previsto construir las instalaciones ubicados cerca de la zona industrial orduñesa, «desde hace casi dos años nadie se ha puesto en contacto con nosotros para seguir adelante con el proyecto». Y eso que, según aseguran, la si situación se había puesto complicada porque «al principio proponían comprar y, en algún caso la posibilidad de permutas, pero después pasaron a hablar directamente de expropiaciones». El caso es que, transcurrido este tiempo, hasta el abogado que contrataron para defender sus intereses «da por cerrado el caso al no tener noticias». Añaden, además, que «aquí en Orduña nadie ha creído nunca que este proyecto se iba a hacer realidad porque no se iba a conseguir la financiación necesaria y porque estos terrenos están contaminados por las antiguas fábricas que había cerca».

Proyecto sostenible

En el último estudio presentado durante la campaña electoral de hace un año, los responsables municipales aportaron más detalles sobre esta instalación que se quedó a las puertas de ser galardonada con los premios más relevantes a iniciativas sostenibles en el ámbito municipal, como son los Premios Conama. Reconocieron, eso si, que faltaban cerrar los flecos más importantes, como la financiación y la fecha de inicio de las obras.

Mientras se aclara el futuro del lago ecológico, las piscinas vuelven a abrir sus puertas con los mismos precios de las entradas que el año pasado. Eso sí, las actuaciones efectuadas han mejorado el césped, el bar y el vaso mediano y el pequeño, entre otros. Sigue cerrada, un año más, el arreglo de la pileta grande, un proyecto cuya ejecución supondría, según reconoció el propio el Ayuntamiento, una inversión superior a los 2,4 millones de euros.