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El paseo alternativo al puente de Urbi afronta sus últimos remates, la nueva conexión que unirá Aperribai con Basauri discurre paralela a Bridgestone, cruzando por el nuevo puente de la factoría.
Inician la obra del nuevo puente de Urbi ante el retraso del paseo necesario para derribar el viejo

Inician la obra del nuevo puente de Urbi ante el retraso del paseo necesario para derribar el viejo

Los retrasos en la demolición, motivados porque deben habilitar un paseo alternativo para los vecinos de Aperribai, amenzaban con dilatar en el tiempo la ejecución de la futura pasarela

Alba cárcamo

Jueves, 16 de julio 2015, 00:03

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La Agencia Vasca del Agua, que tenía previsto iniciar el derribo del puente de Urbi la semana pasada, ya ha comenzado con los primeros pasos para la construcción del nuevo viaducto. Los retrasos en la demolición, motivados porque deben habilitar un paseo alternativo para los vecinos de Aperribai, amenzaban con dilatar en el tiempo la ejecución del futuro puente. Sin embargo, para cumplir con los plazos, URA ha saltado a la fase de construcción.

En ese sentido, se están llevando a cabo los trabajos que permiten las circunstancias ya que la estructura de 1935 sigue estando presente para que los peatones puedan cruzar de la N-634 a Basauri. De este modo, se ha iniciado la construcción de uno de los estribos, anclajes ubicados en ambas márgenes en los que se integrará la plataforma y que servirán como apoyo.

Estas labores previas se desarrollarán de forma simultánea al acondicionamiento del paseo, que arranca en el puente de Bridgestone y, de forma paralela a la fábrica de neumáticos, culmina en Urbi, donde es necesario instalar una pasarela para que se accesible. La configuración del futuro viaducto impide, según la entidad dependiente del Gobierno vasco, que se ejecute un paso entre la carretera y este barrio que sea paralelo al puente y atraviese el río.

URA argumentó en esa línea que el crecimiento de la anchura -tendrá 13,60 metros frente a los 9,80 actuales- hace inviable instalar en las inmediaciones el itinerario peatonal. Cuando concluya -si los plazos se cumplen estará listo en noviembre- los peatones ya no deberán preocuparse de por dónde pasar y tampoco de la seguridad. La infraestructura dispondrá de dos aceras de 2,5 metros cada una, que serán complementadas con un bidegorri de 2 metros.

Aunque la obra también tendrá efectos hidrográficos, objetivo que busca esta segunda fase del encauzamiento. Así, junto con el resto de trabajos desarrollados hasta ahora, contribuirá a eliminar los riesgos generados por la insuficiencia de capacidad de desagüe del cauce, que crecerá de 1.300 a 2.000 metros cúbicos por segundo.

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