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Vista de la lanzadera que une el barrio de San Miguel con Basauri.
Agreden al chófer de la lanzadera de San Miguel de Basauri a pedradas y balonazos tras haberles regañado

Agreden al chófer de la lanzadera de San Miguel de Basauri a pedradas y balonazos tras haberles regañado

Unos "chavales" que le vejaron durante el viaje atacaron la unidad cuando se quedó solo. El conductor fue hospitalizado por una crisis de ansiedad

LEIRE PÉREZ

Martes, 25 de noviembre 2014, 21:26

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Conducir la lanzadera de San Miguel, un autobús municipal gratuito que acerca a los vecinos de este barrio a la parada de metro que se encuentra en el corazón de Basauri, puede convertirse en una ocupación de alto riesgo cuando anochece. El sábado, uno de los conductores tuvo que ser atendido por los servicios de emergencia de la DYA después de que la unidad fuera «apedreada» por varios «chavales, al parecer menores de edad».

El chófer sufrió un «ataque de ansiedad al caerle encima los cristales de la puerta» del autocar. Por suerte, al no desprenderse la ventana del lado del conductor, no sufrió «heridas ni cortes de consideración», según informaron testigos presenciales. Las autoridades fueron alertados de lo ocurrido al filo de la medianoche. Pasadas las 23.25 horas, la víctima, de mediana edad, llamó pidiendo auxilio a la Policía después de sufrir el ataque cuando circulaba por la calle Gernika. Hasta el lugar se acercaron, además de varias patrullas de la Policía Municipal y la Ertzaintza, una ambulancia que trasladó al conductor al hospital de Galdakao debido al estado de «ansiedad» que padecía.

Los hechos, sin embargo, habían comenzado a fraguarse una hora y media antes. Sobre las diez de la noche, los chavales se subieron al autocar en la parada del centro de Basauri cuando se dirigía a San Miguel, al parecer hacia la sala de recreativos que se ubica en este barrio. Ya entonces empezaron a «insultar al conductor», que prefirió no encararse con ellos para evitar conflictos.

Pero a los pocos minutos, las vejaciones se dirigieron a una pasajera de la lanzadera, lo que forzó al chófer a tomar cartas en el asunto. Finalmente, los jóvenes se bajaron en San Miguel y no se produjo ningún altercado en el interior del autocar. Pero el episodio estaba lejos de acabar. Los miembros de la cuadrilla esperaron a que el autocar estuviera vacío para vengarse del conductor por haberles reprendido. Sabían que alrededor de las 23.25 se dirigiría, ya sin pasajeros, hacia las cocheras. Así que estuvieron haciendo tiempo hasta que el vehículo volvió a aparecer, momento en el que arremetieron contra él primero con un «balón de fútbol» y, al no lograr su objetivo, con varias piedras, que impactaron contra la puerta del autocar.

Alcohol y porros

El suceso del sábado no es algo aislado. Según denunciaron ayer vecinos del barrio, hay jóvenes que utilizan el transporte para desplazarse a la sala de juegos», añadieron. «Algunos se ponen a jugar allí mismo con el balón sin preocuparse de los demás pasajeros», criticaron. Aunque el comportamiento incívico va todavía más lejos. «Hay veces que los chavales van fumando porros y bebiendo alcohol, sin que los conductores puedan hacer nada, porque si les riñen encima se lía», censuraron los usuarios de esta línea de autobús municipal.

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