Murga advierte de que «las imágenes de estos días en las playas no se pueden repetir»

La masificación de las playas no gusta al Gobierno vasco. Lo han repetido sus representantes a lo largo de estos días, y lo han vuelto a reiterar hoy. La pandemia se ha cobrado un peaje de más de 1.500 vidas en Euskadi, algo que «no debemos olvidar», ha recordado esta mañana Nekane Murga. La consejera de Salud no quiere «demonizar» los arenales, pero alerta de que, de no tomar medidas, se puede «volver a la casilla de salida». No hacerlo «depende de todos», por lo que ha emplazado a «no repetir las imágenes que se han visto en días atrás».

Los ayuntamientos vizcaínos, en su mayoría, han tomado medidas de cara a este fin de semana para reducir la afluencia, como cierres de parkings próximos al mar, la prohibición de tomar el sol... Se han visto sobrepasados por el buen tiempo. La temporada no empieza hasta el día 15, así que, ha reconocido la responsable de Osakidetza, las administraciones locales «todavía no están preparadas para controlar o regular mejor la situación», ya que es para esa fecha cuando tenían previstas las habituales contrataciones de refuerzo estivales.

En unas circunstancias como estas, la consejera ha apelado a la «responsabilidad individual y colectiva», porque «de nuestra actitud y compromiso depende cómo evolucione» la pandemia. Un asintomático, en una playa o un paseo, «puede tener contacto» con decenas de personas. En ese caso, sería «muy difícil frenar la transmisión», por la imposibilidad de hacer un seguimiento a quienes han estado cerca suyo, y podría darse «un nuevo brote». Ese es un escenario que nadie quiere. En primer lugar, «por la implicación que tiene de vidas». Y, en segundo, aunque Murga no lo haya mencionado, por el riesgo que supone de cara a evolucionar de fase. Un cumpleaños, por ejemplo, ha provocado un rebrote en Lleida que, además multiplicar los casos un 215%, ha dejado a la región sanitaria estancada en la fase 1.

El trabajo institucional no es suficiente si no va de la mano de «comportamientos» de la ciudadanía que eviten la propagación del SARS-CoV-2, ha indicado la responsable de Salud. Ya no hablamos solo de lavarse las manos, tan importante como antes, sino de mantener, más que nunca, la distancia social. El uso de las playas debe ser «dinámico», nada que ver con «tumbarse en grupos». Y, «en situaciones que no puedan garantizar» esos dos metros de seguridad, «utilizar mascarillas, también en las playas». La evolución de la epidemia «es buena», y el Gobierno vasco entiende que «las personas han estado mucho tiempo confinadas, sin relación», pero la ciudadanía debe comprender que «este verano tiene que ser diferente, buscar formas diferentes de socializar». «Entre todos», ha insistido, hay que buscar un equilibrio. «No nos gusta prohibir», ha lanzado.

Murga también ha subrayado la necesidad de tener «precaución con el transporte público», en referencia a las aglomeraciones del jueves en la línea de Metro que recorre la Margen Derecha. La vuelta, en torno a las 21.30 horas, de miles de bañistas, atestó los andenes y los convoyes. Si el transporte «está concurrido», una persona que se dirige «a una actividad de ocio debe pensárselo».