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Euskadi prohibe las reuniones de más de cuatro personas por la pandemia del covid desde el 25 de enero. Y con la hostelería cerrada a partir de las ocho de la tarde, los funcionarios de la Ertzaintza también vigilan especialmente la práctica del botellón por el riesgo de contagio que entraña. El toque de queda instaurado desde el 27 de octubre, que seguirá dos meses más en vigor en todo el Estado, arranca a las diez de la noche. Pero cada fin de semana se descubren reuniones y fiestas en las localizaciones más diversas: las más habituales son en pisos y en merenderos, pero también se han celebrado en conventos, institutos, fábricas en desuso, caseríos, hoteles, garajes, lonjas e incluso en cementerios.
Los sábados y las vísperas de festivo es cuando más vigilancia se despliega para evitar que se celebren fiestas. De hecho, la Ertzaintza interpuso más de 200 propuestas de sanción a 126 personas por vulnerar la normativa sanitaria articulada para hacer frente al coronavirus. El pasado fin de semana fue más tranquilo, ya que «sólo» 56 fueron interceptadas. En total, 39 vizcaínos han sido localizados entre este sábado y la madrugada de este domingo infringiendo algún precepto. Ya por la tarde, cuatro patrullas acudieron a las faldas de Artxanda y disolvieron a varios grupos de personas muy jóvenes que estaban haciendo botellón en los merenderos cercanos a la Vía Vieja de Lezama, una de las zonas más frecuentadas para beber al aire libre y donde suelen concentrarse los fines de semana de buen tiempo. Aunque una buena parte huyeron ladera abajo, los agentes emitieron una propuesta de sanción a 11 de ellos. Diez no respetaban el límite de agrupación máxima de cuatro personas y otro fue multado por no llevar mascarilla.
Ya pasado el toque de queda, sobre las once de la noche, los policías descubrieron a ocho personas en el cementerio de Ondarroa, contra las que también redactaron una propuesta de sanción. Asimismo, agentes de la comisaría de Bilbao acudieron a tres pisos de la capital vizcaína en los que había celebraciones y abrieron expediente a 20 personas.
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Además, solo en Vitoria 40 personas fueron sancionadas. La Ertzaintza acudió a tres lonjas juveniles en las que localizó a 27 chavales a los que abrió 132 expedientes. Otras 13 estaban de fiesta en la habitación de un hotel y se llevaron a casa 39 propuestas de sanción. En Irún, 7 fueron también «pilladas» en otro establecimiento hotelero a la una de la madrugada.
Por su parte, 40 guipuzcoanos más fueron sancionados, de los que 18 fueron localizados sobre las diez de la noche junto al campo de tiro de Legazpia. Se les abrieron 36 expedientes. La Ertzaintza también tuvo que intervenir en un piso de San Sebastián donde se encontraban cinco personas no convivientes y otras siete fueron localizadas por la calle a las dos de la madrugada. Por último, diez se llevaron tres multas cada uno en Pasaia por no respetar el toque de queda, no usar mascarilla y superar el límite de cuatro personas.
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La Ertzaintza detuvo también a un varón de 21 años en Basauri acusado de un delito de robo con violencia. Un repartidor de comida a domicilio denunció que cuatro jóvenes le abordaron para robarle la comida del cofre de la moto y que le dieron patadas y puñetazos sobre las diez y media de la noche en el barrio de Urbi. El motorista consiguió escapar y los autores del atraco salieron huyendo. El repartidor tuvo que ser trasladado a un centro sanitario para ser tratado de sus contusiones. Uno de los agresores fue detenido en las inmediaciones poco después. Aun así, la investigación policial continúa abierta a la espera de identificar y detener a los otros tres varones que se dieron a la fuga.
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