33 multas por no llevar mascarilla y 15 por hacer botellón en la 'no' Aste Nagusia

Los agentes de la guardia urbana también han sancionado a cuatro locales de hostelería por incumplir las restricciones impuestas por la orden de la consejera de Salud, Nekane Murga, y la declaración de nuevo del estado de emergencia para frenar la segunda oleada del coranavirus. Los establecimientos de ocio nocturno, así como los restaurantes, txokos y sociedades gastronómicas deben cerrar sus puertas antes de la una de la madrugada. Media hora después deja de funcionar el transporte público para intentar eliminar los numerosos brotes que se han registrado en esos ambientes.

El propio alcalde, Juan Mari Aburto, había lanzado un llamamiento para evitar que durante estos días tan señalados y que en años pasados congregaban a miles de personas de fiesta por las calles, se produjeran aglomeraciones. El momento del txupinazo, a las siete de la tarde del pasado sábado, se desarrolló sin incidentes. La Policía Municipal de Bilbao había desplegado un operativo en previsión de algún acto festivo, pero la ciudadanía estuvo a la altura y evitó situaciones de riesgo. A lo largo del resto del fin de semana, ha predominado la sensatez y la inmensa mayoría de los bilbaínos y visitantes que se encuentran en la ciudad, salvo contadas excepciones, han respetado la decisión de las autoridades municipales de suspender la Aste Nagusia para evitar que el coronavirus se extendiera entre la multitud.

Sin embargo, sigue habiendo ciudadanos insolidarios o que relajan sus costumbres de ponerse la mascarilla o mantener la distancia de seguridad de dos metros entre personas. El pasado sábado fueron 23 los sancionados por no cubrirse las vías respiratorias y el domingo, otras diez por el mismo motivo.

Como novedad, en los últimos días, la guardia urbana bilbaína está destinando a agentes de paisano, que pasan desapercibidos entre la gente, a denunciar este tipo de infracciones. Hasta ahora sólo ponían multas por no utilizar máscaras los policías uniformados.

El pasado 19 de agosto, una patrulla de los 'Iker', como se conoce en la Policía local bilbaína a los efectivos que visten de calle, interpuso cerca de una veintena de sanciones en apenas una hora de patrulla por el Casco Viejo, según indican fuentes internas. Esta medida ha generado malestar en parte de la plantilla. Los agentes lamentan que se esté desatendiendo el control de la inseguridad y denuncian que se siguen registrando numerosos robos en la vía pública.