Multan a un bar de Maruri al sorprender a clientes «tomando algo» en la terraza
Un vecino alertó de que este tipo de prácticas suelen ser habituales a pesar de las restricciones. Los responsables del local admiten que «a veces» algún cliente toma un café en la terraza, pero insisten en que están en una situación crítica
La Ertzaintza sancionó hace diez días a los responsables de un bar de Maruri después de que media docena de clientes fuesen sorprendidos tomando unas ... consumiciones en la terraza del local. Los agentes acudieron al establecimiento alertados por unos vecinos de la localidad vizcaína, que insisten en que este tipo de prácticas suelen ser habituales en el bar desde que se decretó el cierre de la hostelería para tratar de frenar el avance del Covid-19.
Se trata de la tercera vez que acude la Ertzaintza a este bar, aunque sólo se le ha sancionado en esta ocasión, según explican fuentes conocedoras de lo ocurrido. Las multas en estos casos pueden rondar los 3.000 euros.
Consultados por este periódico, los responsables del bar afirmaron que todavía no les ha llegado la sanción y, de hecho, aseguran que desconocían que se les iba a multar, porque en ese momento «sólo nos pidieron la documentación». Ellos -insisten- sirven comidas, pan y cafés para llevar. Sí reconocen que, a veces, cuando está lloviendo algún trabajador de la zona se ha quedado tomando el café y un bocata en la terraza cubierta o en la entrada. También explican que han tenido problemas con algún cliente que se ha «enfadado» cuando le han dicho que no se podía quedar ahí a tomar su bebida. Los encargados del restaurante insisten en que están atravesando un momento crítico, en el que apenas facturan 150 euros cada dos días con los cafés y los menús del día que preparan para llevar, mientras que las facturas se van acumulando. «Parece que la hostelería somos el patito feo», lamentan.
En este caso concreto, cuando llegó la Ertzaintza había unas seis personas «tomando algo» en la terraza del local. Fuentes conocedoras de lo ocurrido aseguran que varios de ellos se fueron rápidamente de allí en cuanto vieron llegar a los agentes, dejando las consumiciones en la mesa. Los mismos medios explican que se comunicó «de palabra» la intención de abrir un acta sancionador al local. A los clientes que fueron sorprendidos no se les llegó a multar porque, en ese momento, no se sabía quiénes estaban consumiendo y quiénes estaban esperando para coger comida para llevar.
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