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Los vecinos se echan a la calle indignados

5.000 personas claman en Zaldibar contra la gestión de la crisis del vertedero en una manifestación que partió de Ermua, Eibar y Elgeta

Terry Basterra

Sábado, 15 de febrero 2020, 18:39

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De Zaldibar, de Ermua, de Eibar, de Elgeta, de Markina, de Mallabia, de Abadiño, de diferentes puntos de Bizkaia, Gipuzkoa y hasta de Navarra. No importaba la procedencia. Tampoco la edad ni la afinidad política. A las 5.000 personas que en la tarde de este sábado desbordaron la plaza de Eitzaga, el barrio de Zaldibar en el que está el vertedero, les unía el enfado, la indignación y la rabia por la gestión que desde las autoridades se está realizando de esta crisis. También la preocupación por los efectos que este desastre tenga sobre su salud.

De la plaza Cardenal Orbe de Ermua salió una de las tres columnas humanas de esta marcha. Las otras partían de Eibar y de Elgeta. En uno de los paneles de la explanada el Departamento de Salud había colocado un aviso con las últimas recomendaciones realizadas a la población: abrir las ventanas el menor tiempo posible y no hacer deporte al aire libre. Muchos de los que lo veían no escondían su reacción.

«Hace unos días nos decían que todo estaba bien y ahora resulta que está todo lleno de partículas tóxicas. ¿Qué va a ser lo siguiente? Nos han tomado el pelo. Ya no sabemos qué creer», se preguntaba un veterano simpatizante socialista -partido que gobierna en esta localidad al igual que en Eibar- y que prefería no decir su nombre «porque aquí nos conocemos todos». «Pero en esta manifestación no importan nuestras ideas políticas. Estamos todos unidos porque como no apaguen el fuego pronto vamos a tener que salir a la calle con mascarillas como en China». Una prueba de esta unión es que en la marcha participaron concejales del PSE, Bildu, Podemos y PP del Ayuntamiento de Ermua. El alcalde ya había anunciado la jornada anterior que él no acudiría.

Desde Markina llegaron Udane Barrinagarrementeria y sus amigas. «Es vergonzoso que pase esto y que no nos den ninguna explicación. Exigimos que asuman responsabilidades la empresa, pero también la administración», reclamaban.

Ellas llevaban mascarillas para protegerse del fuerte olor y de las dioxinas que origina el incendio de la colapsada escombrera. Como ellas cientos de las personas que tomaron parte en una marcha en la que, de forma puntual, se oyeron cánticos pidiendo la dimisión de Arriola. Los lanzaban los manifestantes llegados de Eibar. También se vieron carteles contra la gestión de Urkullu.

Recuerdo a los desaparecidos

Cuando la marcha alcanzó la avenida Gipuzkoa de la localidad vizcaína, al fondo se podían ver los restos del vertedero y el humo saliendo de lo alto del incendio. El olor comenzaba a ser intenso y picaban los ojos. «Cuanto más te acercas a la AP-8 es peor. Da asco», indicaba Ana Díez. Esta vecina pedía que se ampliase el abanico de responsabilidades. «Hay más accionistas que sabían lo que pasaba en ese vertedero y son también responsables de lo sucedido y no solo Barinaga, afirmaba. Junto a ella Félix Izquierdo sostenía que «creemos que en la escombrera había más productos tóxicos de los que han reconocido las autoridades».

La manifestación tuvo varios momentos emocionantes en recuerdo de los dos desaparecidos. Uno fue poco antes de que las columnas de Eibar y Ermua se uniesen en el barrio de San Lorenzo de esta segunda localidad. Varios jóvenes vestidos con buzos de trabajo y máscaras clavaron en la tierra una pancarta en recuerdo de Alberto y Joaquín. Helene Alberdi, sobrina del primero, agradeció a los presentes «el cariño y la fuerza que nos estáis dando estos días». «Esperamos que con esta presión se pongan a trabajar en serio y los saquen de allí de una vez».

La comitiva encabezada por una pancarta en la que se podía leer 'Trabajadores, salud, responsabilidades' pasó a apenas un centenar de los restos del desprendimiento acumulados junto a la AP-8. «La montaña de la vergüenza» la calificaron algunos de los presentes. «Ahí hay amianto y lo tienen amontonado de cualquier forma», afeaba otro.

Al final de la marcha, ya en la plaza de Eitzaga, Oscar Morales tomó la palabra en nombre de los vecinos de este barrio de Zaldibar. Demandó un plan de actuación al Gobierno vasco para solucionar el desastre, aplicar «medidas especiales» para recuperar la zona y controles médicos a los vecinos de un entorno en el que se les ha prohibido comer productos de la huerta y beber agua. «Lo ocurrido aquí no se debe repetir en ningún otro lugar».

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