Michael Kors cierra la tienda de Bilbao tras 12 años

Michael Kors aterrizó en la capital vizcaína en las navidades de 2013 y su inesperada marcha ha constituido una sorpresa en el ámbito comercial. Responsables de la empresa fundada en 1981 han evitado concretar las razones del cierre, que no afecta de momento a ninguno de los otros puntos de venta que mantiene en España: Madrid, Barcelona, Sevilla, Málaga y Palma de Mallorca.

Famosa por vestir a actrices como Nicole Kidman, Halle Berry o Zendaya, la marca cerró el pasado mayo 17 días en Bilbao al inundarse la planta baja del edificio de aguas fecales. Pese a resolver estos «fallos técnicos», fuentes cercanas a la compañía apuntan que el local «ha seguido dando problemas». Es una de las razones que podría explicar la desaparición de un negocio que al poco de abrir recibió las amenazas del sindicato ELA.

De hecho, la central nacionalista advirtió a la dirección que «se metería en un lío» si mantenía su intención de abrír en vísperas de la festividad Reyes de 2014. Tras consultarlo con los responsables de Madrid, la encargada de bilbaína echó marcha atrás.

La llegada de Michael Kors reforzó la imagen internacional de Bilbao en el mundo de la moda y volvió a generar grandes esperanzas de seguir atrayendo firmas exclusivas. Sin ningún éxito. Bilbao ha vuelto a confirmar su incapacidad de retener a la industria de lujo. En los últimos años ha sido testigo del adiós de Louis Vuitton, Gucci, Ermenegildo Zegna, Donna Karan o La Perla.

Solo Max Mara, en la Gran Vía, se mantiene como gran tienda multimarca. La principal arteria, colonizada por grandes cadenas, franquicias y multinacionales, ha quedado en manos de tiendas de precios accesibles, concebidas, sobre todo, para el público juvenil.

Michael Kors abrió a la misma hora y el mismo día –12 de diciembre de 2013– que Rolex se asentó en la joyería de Perodri. Lo hicieron de forma muy distinta: la relojera suiza, con una gran fiesta, y la estadounidense, que sostiene una poderosa maquinaria de fragancias y complementos, de una manera bastante discreta.

Durante estos doce años Michael Kors ha tenido sus más y sus menos en la ciudad después de que el Ayuntamiento de Bilbao recurriese la sentencia que anuló la licencia de obra concedida a la firma por vulnerar la protección de la fachada de la tienda. Finalmente, los jueces dieron la razón a los responsables municipales y la marca de moda contra los dos abogados que denunciaron los destrozos causados y declararon «conforme a derecho» las obras llevadas a cabo en el número 39 de la Gran Vía.

Sorprendentemente, la marcha de Bilbao coincide con el mejor momento de forma de Kors, convertida en un imperio de moda de lujo de alcance global. Sus colecciones decoran las alfombras rojas de todo el mundo y están presentes en grandes eventos, como la Met Gala o los Globos de Oro. Este escenario contrasta con la imagen de las empleadas de la Plaza Moyua, que abandonaron el establecimiento el jueves entre lágrimas.