El mercado de Dos de Mayo regresa con fuerza tras dos años de pandemia

A las 11.00 horas ya se amontonaban las primeras decenas de curiosos y hacia el mediodía se hacía más complicado transitar. «Hacía mucho que no lo hacíamos, estábamos nerviosos, pero la respuesta ha sido abrumadora, tanto por el público, como por las solicitudes de puestos. Participan 60 y 40 se han quedado fuera», explicó desde la organización, Ainara Arkotxa.

Discos, libros, ropa, antigüedades, pero también los asistentes disfrutarán de espectáculos callejeros, música en directo y de un programa repleto de actividades, que se alargará hasta las 20.00 horas. «En las redes sociales la respuesta ha sido alucinante. Queremos que la gente venga a esta calle, es una zona muy desconocida, cuesta subir y los que andamos por aquí sabemos que se puede estar, que hay unos locales y comercios súper guay y da mucha pena que todo esto se pierda», comentó Arkotxa a EL CORREO.

Como «loca» estaba Ainhoa Ibáñez, una de las comerciantes. «A los que venimos nos va la marcha, nos gusta la calle, el contacto con la gente, así que lo hemos cogido con muchas ganas, aunque vemos que cada vez hay menos interés por parte del Ayuntamiento en este tipo de mercados. Hoy es el día grande y el ambiente está siendo muy bueno. Las ventas son mejores a primera hora que es cuando viene el cliente habitual, ya luego la gente viene más al ambiente a la fiesta», aseguró.

Bien saben de esto las hermanas Concha y Lola Arce, vecinas de Bilbao y Portugalete, habituales en la cita. «Encontramos maravillas, chollos ya es otra cosa, pero para los que nos gustan estos productos aquí hay verdaderas joyas», explicaron. Durante estos dos años lo han tenido complicado para dedicarse a su afición de restaurar. Por eso, hoy iban a por todas. Compraron una pareja de dragones que les costó 290 euros. «Es un chollo, aquí hay cosas estupendas, aunque también hay que regatear», argumentaron.

Alicia, junto a su hija María y su nieta Aitana, que viven en La Coruña, aprovechó el buen tiempo para darse una vuelta. «Mi hermano vive aquí arriba y por eso hemos venido, pero la verdad que hay un ambientazo y las tiendas tienen mucho encanto», aseguró María.

Entre los emprendedores de este año destacó Ainhoa Escalona. «En 2020 con el confinamiento a unos les dio por hacer pan y a mí por coser cazadoras bomber, porque tenía el bar en el que trabajaba cerrado. Busco telas diferentes y aquí en Princess Courts- una tienda ubicada en el número 15- puedo adquirir muchas. Me animó su propietaria Charo Roldán este año para que viniera y aquí estoy», comentó.

María Jesús de Arrigorriaga fue una de las que no tardó en picar. «Me llevo varias telas para hacer carteritas, estoy cansada de ir siempre a las mismas tiendas y es una forma de promocionar el comercio local».

Para los emprendedores que han elegido esta zona para asentar sus negocios, el mercado es una oportunidad más de darse a conocer. «Es una vuelta a la cultura de calle, podemos ofrecer lo qué hacemos, nos viene bien que nos vean y que sepan que estamos aquí», comentó Ulises Martínez, ilustrador de profesión, mientras trazaba un dibujo en la puerta de su local en la calle Dos de Mayo.