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La menor que murió por salvar a su hermana en Castro

La menor que murió por salvar a su hermana en Castro

La memoria negra ·

Una adolescente perdió la vida al lanzarse a rescatar a su familiar de 8 años, que había caído a la piscina y no sabía nadar, en julio de 2006

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Miércoles, 10 de julio 2019, 01:12

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Cada verano las piscinas, en particular las privadas, se cobran la vida de algún niño. Los consejos a los padres para que no quiten la vista de encima sobre los menores no terminan de acabar con estos dramáticos accidentes que dejan familias rotas. Especialmente doloroso resultó un suceso de este tipo protagonizado por dos hermanas el 6 de julio de 2006 en Castro Urdiales. T.T., de 14 años, y T.P., de 8, hijas de la misma madre y de distinto padre, ambas de nacionalidad rumana acababan de llegar a la localidad cántabra a pasar unos días de vacaciones el 1 de julio. El 5 celebraron el cumpleaños de la pequeña.

Se alojaban en la urbanización La Florida, ubicada en la calle principal de entrada al municipio, Leonardo Rucabado. El complejo residencial contaba con piscina para adultos y otra para niños, pero la legislación no le obligaba a dotarse de socorrista por tener menos de 20 viviendas o si la pileta medía menos de 300 metros cuadrados, como era el caso.

La pequeña había estado toda la tarde bañándose y jugando con otros niños en el pozo infantil ante la atenta mirada de su hermana adolescente, que vestía una bata larga y no llevaba bañador por lo que no tenía pensado meterse al agua. Ninguna de las dos sabía nadar y sus padres no estaban en ese momento. De repente, la pequeña tropezó y cayó a la piscina grande, que en su parte más profunda medía 1,90 metros. Pese a no tener la ropa adecuada y a no saber defenderse en el agua, la mayor no dudó en lanzarse a rescatar a su hermana sin darse cuenta de que encontraría la muerte.

Segundos vitales

Un vecino de La Florida que se encontraba en las inmediaciones y se percató de la tragedia, se quitó la camiseta y corrió a rescatarlas. También desde una ventana otra residente había descubierto flotando en el agua a las dos menores y avisó a los servicios de emergencia. Cuando alguien corre peligro debajo del agua, los segundos resultan vitales para evitar que se quede sin oxígeno. La más pequeña estaba cerca de la orilla, por lo que el hombre pudo extraerla del agua alcanzándola con los brazos sin necesidad de meterse. Su hermana, sin embargo, yacía ya en el fondo «y le costó mucho sacarla», según un testigo.

En ese momento llegaron también los agentes de una patrulla de la Policía Municipal de Castro, que trataron de reanimar a las menores practicándoles masaje cardíaco y el boca a boca. «Estaba blanca, no sé cuánto tiempo llevaría sin oxígeno», explicó después uno de los policías que, junto con los sanitarios de la DYA que se sumaron al rescate, lograron resucitarla y trasladarla con vida, aunque en estado crítico, hasta un centro sanitario, según se publicó entonces. Su hermana no corrió la misma suerte. Pese a que intentaron con ella también la RCP durante 50 minutos, murió ahogada.

El suceso conmocionó a la localidad costera, punto de veraneo de muchos vizcaínos y que multiplica su población en la época estival, que contaba entonces con un centenar de urbanizaciones con piscina privada, la mayoría de ellas sin la obligación de contar con socorrista.

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