Matar a plena luz del día en el barrio

Cierto es que desde hace años en Bilbao la Vieja se denuncian problemas de delincuencia, drogas e inseguridad, pero el presidente de la asociación de vecinos de Zabala, Karmelo Anakabe, subraya que siempre se ha considerado que hay una línea imaginaria que deja al margen a esta calle, que en su parte alta se funde con normalidad al corazón del moderno Miribilla. Aunque en los últimos tiempos sea cada vez más difícil mantener esta afirmación.

El propio Karmelo asumía que el pasado de muchos edificios centenarios ha ejercido de efecto llamada. Sobre todo en la parte baja. Y su peculiar distribución favorece la proliferación de puntos negros. «Como el parque que hay en la trasera de los edificios justo donde se ha producido la tragedia, «donde se reúnen a diario decenas de inmigrantes que este verano han llegado a dormir allí con colchones a cielo raso». Según confesaba, también es preocupante el tráfico de drogas, «a plena luz del día y con total impunidad. La Policía bien sabe qué pasa y quiénes 'pasan', pero no hace nada. Hoy han llenado la calle, pero en el día a día brilla por su ausencia», dijo.

Pero, subrayaba, lo ocurrido ayer, «no es norma aquí». Juicio que comparten muchos residentes. «Vine de Deusto hace diez años y es la primera vez que me encuentro este panorama. Siempre ha sido tranquilísimo. Comparado con San Francisco o Bilbao La Vieja, es una calle de paz», explicaba Mari Luz, que al mismo tiempo admitía el deterioro que se está produciendo desde hace dos años. Con ella coincidió Juan, de 61 años, nacido y crecido en Zabala, que tras vivir en otro barrio durante años, volvió hace siete. «Nunca me he sentido inseguro. Transito por aquí como por la Gran Vía. La queja que más oigo es sobre la suciedad. Aunque la convivencia es buena, sí tengo una sensación de que es una zona restrictiva. El Ayuntamiento está tranquilo con que ciertos colectivos se asienten aquí y no se muevan. Lo han convertido en algo parecido a un gueto», relató.

Pero, como siempre pasa, hay opiniones para todos los gustos. Un vecino, que no quiso identificarse, afirmó que «no es tan tranquilo como dicen». «Hay peleas y trapicheo. Una mujer tuvo que poner verjas en la ventana porque le entraron a robar tres veces, y ahora tiene que salir a la calle a colgar y recoger la ropa. A otra le ocuparon la casa», sentenció.

Por su parte, la Asociación Sanfran Auzokidea reclamó a las instituciones «medidas urgentes» para regenerar este barrio, porque la «integridad de todos se ve gravemente comprometida». En un comunicado, además de condenar el asesinato y mostrar sus condolencias a la familia de la víctima, lamentó que la «creciente delincuencia e inseguridad» ha desembocado en «la más amarga de las situaciones: la pérdida irreparable de una vida humana». Y recordó que desde hace meses denuncian que los robos, el tráfico de drogas, las agresiones a mujeres y las peleas multitudinarias se multiplican «mientras las instituciones miran hacia otro lado». Y añadió que «los delincuentes que frecuentan las calles de San Francisco bajan también a otras zonas de Bilbao para delinquir».