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Elisa Moya, Mila España y su padre, Abelino, piden señalizar su bloque, encajonado tras un túnel a 40 metros. D. M.
La vivienda de Santurtzi a la que no llegan los repartidores

La vivienda de Santurtzi a la que no llegan los repartidores

Vecinos del número 107 de Mamariga exigen al Ayuntamiento colocar una placa para señalizar su edificio, encajonado por varios bloques

Diana Martínez

Santurtzi

Viernes, 24 de enero 2025, 15:25

Los vecinos del número 107 de Mamariga, en Santurtzi, están en pie de guerra. Viven en su propio triángulo de las bermudas, donde los repartidores no llegan o se pierden buscándolo. El edificio, de 70 años, está encajonado entre otros bloques de viviendas y se tiene que acceder a través de un túnel. Tras caminar unos 40 metros de distancia sin visibilizar en ningún momento el inmueble, se alcanza una jardinera y, al girar a la izquierda, finalmente se puede ver la entrada que da acceso al portal. «No acierta nadie a la hora de venir aquí», afirma Abelino España, uno de los seis propietarios que habitan en el edificio. A tan solo dos meses de cumplir 90 años, teme que «por la edad cualquier día me puede pasar algo. Y si ocurre, la ambulancia no llega. O para cuando encuentre el camino, yo ya estaré frío», lamenta.

Esta comunidad de vecinos exige al Ayuntamiento instalar una placa que señalice dónde se ubica el número 107, tal y como se procedió una calle más abajo, donde una placa muestra 'Doctor Bruno Alegría, 13-15', seguido de una flecha que marca la dirección a tomar. «No estamos pidiendo que nos pongan un ascensor o escaleras mecánicas, solo una señal. Son cuatro perras. Solo es tener voluntad y que lo hagan», mantiene Abelino. Su hija, Mila, registró una instancia en el Ayuntamiento en junio del año pasado en la que solicitaba algún tipo de señalización, pero todavía no se ha resuelto el problema. «Por vía telefónica me dijeron que tenía que ir el presidente de la comunidad. Fue, pero luego dijeron que teníamos que ponernos todos los vecinos de acuerdo. Y a día de hoy seguimos igual, no sabemos qué pasa, nos perdemos en la burocracia. Además, los residentes coincidimos en que queremos la señalización, es algo que nos conviene a todos», relata la mujer.

«Somos un bloque fantasma»: les cancelan los pedidos y temen que haya una emergencia y la ambulancia no llegue

La situación afecta no solo a los vecinos, también a los repartidores, que «se vuelven locos intentando encontrar el edificio», añade Mila. Y es que, «a veces tenemos que salir corriendo detrás del repartidor porque vemos que se equivoca de calle». Tampoco llega el butano.

Abelino cruza el túnel hasta su hogar. D. M.

Otra afectada es Elisa Moya, a quien el otro día le anularon la compra por no hallar su hogar. «Me cancelaron el pedido. Como el número no aparece en el GPS, dan vueltas y vueltas, pero como no lo ven, se van. Siempre igual, nos pasa lo mismo a todos los vecinos», critica la mujer, madre una niña de 3 años que también teme que pueda ocurrir una desgracia y las emergencias tengan problemas de acceso. «¿Si pasa algo qué hacemos? No es tanto pedir una placa, no es mucha inversión».

Un caos

El ordenamiento de los inmuebles en esta zona de Mamariga tampoco es de gran ayuda. Y es que el primer bloque –el que contiene el túnel que da al 107– resulta ser el número 125. Y a una escalera por debajo se encuentra el 113, después un edificio que comparte dos números (105 y 115) y, justo enfrente, el 19. Un caos. No se ve por ningún lado el 107, una situación provocada por el «boom inmobiliario con el que a nadie le importó a quién se dejaba cercado», cuenta Mila. «Están muy desordenados. Los repartidores ven el 125 y no piensan que el 107 va a estar delante», añade la mujer, que critica la «dejadez» del equipo de gobierno, que «ni siquiera se ha molestado en acercarse a la zona a comprobar cuál es el problema». «Somos un bloque fantasma», afirma con rotundidad, «nos tienen olvidados para todo menos para pagar los impuestos».

Este periódico se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento, encabezado por la alcaldesa, Karmele Tubilla (PNV), pero al cierre de esta edición no ha realizado declaraciones al respecto.

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