El hombre es introducido en un coche policial tras su detención. Luis Calabor

Un vecino de Zalla se atrinchera más de tres horas en los baños del ayuntamiento

El hombre, que antes había lanzado huevos al alcalde, protestaba así por las «presiones» para vender su casa a una planta de reciclado de plástico

Jueves, 2 de marzo 2023, 00:50

«Yo seguiré haciendo todo lo que sea posible para defender mi propiedad». Emilio, vecino de Zalla, lleva meses luchando por unos derechos que considera ... violentados por una empresa, y ayer decidió dar un paso más. Ya lo había advertido con ese «todo lo que sea posible» que pronunció en septiembre. Pasadas las ocho de la tarde, cuando estaba a punto de concluir el pleno municipal, arrojó unos huevos al alcalde, Juanra Urkijo, a modo de protesta y a renglón seguido se encerró en los baños junto al salón de plenos. Según fuentes municipales, parece que iba armado con una navaja, aunque la Ertzaintza no confirmó este dato. Allí permaneció atrincherado más de tres horas, hasta que consiguieron sacarle de los aseos.

Publicidad

No fue fácil. Emilio ignoró primero las peticiones del alcalde para que abandonara su encierro, y tampoco respondió cuando tomaron el relevo un equipo negociador de la Ertzaintza y al menos dos dotaciones de los bizkor, la unidad de respuesta inmediata de la Policía autonómica dedicada a atender los incidentes especialmente graves. Hasta ocho patrullas de la Policía autónoma y de la municipal llegaron a desplegarse en las inmediaciones de la Casa Consistorial, además de dos ambulancias por si se precisaba su intervención.

Desalojado y detenido

El desenlace se demoró hasta las once y media de la noche, cuando la Ertzaintza tiró abajo la puerta del excusado y cogió a Emilio. El hombre fue detenido acusado de desórdenes públicos y atentado contra la autoridad, ya que se revolvió contra los agentes. En principio nadie resultó herido. Minutos después se levantó el cordón policial y el protagonista del incidente fue conducido fuera de las dependencias municipales e introducido en un vehículo policial.

El conflicto viene de meses atrás, con la instalación en el polígono de El Longar de una planta de reciclaje de plástico que estaría operativa ya en el primer trimestre de 2023. El «mamotreto», como describe el hombre la construcción de la empresa Induplast en el vídeo con el que hace unos meses pidió ayuda a través de la asociación vecinal Zalla Bai, queda apenas a unos metros de una pequeña edificación que Emilio, cantero de profesión, utiliza como taller y vivienda. Según él mismo denuncia, no solo le tapa la luz natural y le deja sin cobertura, sino que invade su propiedad para poder cumplir con «los seis metros de distancia que por normativa» tiene que guardar con su terreno.

Publicidad

El afectado denunció «presiones» tanto de la empresa como del Ayuntamiento para negociar y ceder ese espacio a la factoría. Las reuniones con el alcalde y con la compañía no han dado frutos hasta el momento. Según fuentes conocedoras del proceso, la última habría tenido lugar en las horas previas al altercado en el ayuntamiento. La oferta que recibió, bastante superior al valor del inmueble según estos mismos medios, no satisfizo a Emilio, que optó por unos huevazos al alcalde y un encierro para seguir defendiendo sus reclamaciones.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad