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Menos vacas y más cabras y ovejas en la feria de La Arboleda por el miedo al virus bovino

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Ivonne Iturgaiz

Menos vacas y más cabras y ovejas en la feria de La Arboleda por el miedo al virus bovino

Varios ganaderos optan por dejar sus cabezas de vacuno en la explotación para prevenir riesgos de contagio

Domingo, 5 de noviembre 2023, 15:17

Dicen que la cabra tira al monte. Si hay una raza fiel a este refrán esa es la Azpigorri. «Llevan muy mal estar encerradas. Han movido varias veces la valla del cierre y he tenido que atar a una», contaba este domingo Fernando Blanco. Autóctonas de Euskadi, con el pelaje negro salvo el rojo de la tripa, las patas y parte de la cara, su lote de siete ejemplares no paraba quieto. «Las he bajado hace dos días del monte y no paran. Están nerviosas. Son animales para estar sueltos», explicaba. En cuanto pasen los cerca de tres meses que le marca la Diputación que deben permanecer cercadas en la explotación para dejar descansar los pastos del monte las volverá a soltar.

Fernando es uno de los ganaderos que ha acudido este domingo a la feria de La Arboleda para mostrar parte de sus ejemplares. «He traído burros, ovejas y cabras. Varios lotes con animales bonitos para que los vea la gente», detallaba. No hay que olvidar que la presencia de cabezas de ganado es uno de los principales reclamos de una cita que ha reunido hoy a varios miles de personas en la localidad.

Allí han podido ver las diferencias entre las distintas razas de ovejas y cabras con mayor presencia en la zona. «La carranzana, por ejemplo, destaca por su cara rubia», aclaraba Blanco. También había caballos, burros y vacas, aunque en el caso de estas últimas menos que en ediciones anteriores. ¿Por qué? Uno de los motivos es la expansión de la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE), denominado en algunas comunidades como el 'covid de las vacas' y que es transmitida por un mosquito. A esta zona de Bizkaia aún no ha llegado, pero son varios los ganaderos locales que han querido ser precavidos.

El veterano Floren Martínez es uno de ellos. «Tengo 25 vacas limusinas estupendas y muy sanas. Con el mosquito este de las narices he preferido que se queden en casa y no moverlas. Solo he traído una yegua con su cría», contaba. Quería evitar que el riesgo que supone tenerlas en la situación actual en contacto con los animales de otras ganaderías distintas. «Al que tenga la mala suerte de que le afecte esta enfermedad le machaca la explotación. Nosotros estamos muy pendientes y todo el día encima de los animales para comprobar si están bien, si comen…» Sus limusinas pertenecen a una de las razas de mayor producción cárnica y cada ejemplar alcanza en el mercado un valor superior al millar de euros. Perderlos por esta enfermedad puede llevar a la quiebra a una explotación.

Casetas con productos típicos

Jesús Aira, otro ganadero veterano de La Arboleda, con una cabaña de 70 cabezas bovinas, confiaba en que la llegada del frío impida que la EHE siga expandiéndose. «En Cantabria están fritos, pero aquí el mosquito no ha llegado y esperemos que no lo haga con la entrada del invierno», deseaba.

Pero si los animales son un reclamo, el plato fuerte de la feria son sin duda las 45 casetas, 15 más que el año anterior, de productos típicos. No faltaban este domingo una amplia gamas de quesos, panes artesanales, repostería, miel, productos de la huerta, mermeladas, morcillas, txakoli o puestos de talo con chorizo.

Uno de los más concurridos toda esta mañana ha sido en de la Quesería Elsa. «Está siendo un no parar», contaban Rosana y Eder mientras atendían a un cliente tras otro. La quesería de los hermanos Zaitegi es una institución en La Arboleda y la calidad de su queso fresco de vaca es conocida en las localidades del entorno. De ahí que la acumulación de clientes fuese tan llamativa. Andrés, uno de los responsables de este negocio familiar, no paraba de traer nuevas piezas desde la quesería cercana. «Es un producto que tiene mucho éxito por su sabor y por lo natural que es. No tienen ni aditivos ni conservantes», explicaba entre descarga y descarga de nuevas bandejas.

La gran afluencia de público -más que en años anteriores aseguraban los asistentes- amenazó con colapsar la carretera de acceso al pueblo. Desde varios kilómetros antes no quedaban espacios libres en ambos arcenes. Muestra clara del gran interés despertado por la XXII Feria de La Arboleda entre las gentes de la comarca.

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