«Vivimos otro día triste en Sestao»

Sestao lamenta «otro día triste». «Llevamos una mala racha en la localidad, no tenemos más que accidentes y altercados que afectan a vecinos, sus familias y allegados», lamenta este lunes la alcaldesa fabril, Ainhoa Basabe, tras el trágico suceso que tuvo lugar ayer pasadas las siete de la tarde en el colegio La Salle, donde Isaías A., de 12 años, falleció tras recibir un balonazo mientras jugaba en el patio. Según pudo saber EL CORREO, el niño cayó al suelo y comenzó a sufrir convulsiones antes de entrar en parada cardiorrespiratoria. Patrullas de la Ertzaintza y de la Policía local trataron de reanimarle allí mismo, pero fue imposible. «Un incidente terrible», expresa afligida.

«Es preocupante y lamentable que sucedan estas cosas, nos sumamos al dolor de la familia, a quien brindamos todo lo que necesiten», agregó la regidora. En ese sentido, el Ayuntamiento cuenta con un servicio de acogida que interactúa con las familias para que puedan atenderles psicólogos, educadores..., «porque pasar por esta situación es terrible», apuntó. No obstante, el Consistorio aún no se ha puesto en contacto con la familia. «No creo que ahora sea el momento, hay que dejarles su espacio. Las noticias hay que digerirlas», subraya la alcaldesa.

Aunque no fue testigo del fatal accidente, Basabe vive cerca del colegio y fue de las primeras en enterarse de lo ocurrido. «Oí una sirena y vi una ambulancia, pero como tantos otros días. Tanto en Sestao como en otros municipios pasan ambulancias constantemente», declara. No se esperaba el trágico resultado. «Miré por la ventana y vi que se acercaban dos patrullas, así que llamé a comisaría para que me informaran». Se acercó al lugar del suceso pero no llegó a entrar. «En ese momento tenían que actuar los sanitarios», alega.

La Ertzaintza lleva la investigación sobre el suceso. «Según dicen los chavales que estaban en el patio, parece que le dieron un balonazo pero que no fue fuerte. Y que debía estar comiendo, se sintió mal, se empezó a inclinar y entró en parada cardiorrespiratoria. Enseguida actuaron. Había un desfibrilador en el centro y se actuó con él de inmediato, pero no fue posible reanimarle», explicó Basabe, quien agradeció la rapidez de la Policía –«llegó en tres minutos»– y la ambulancia.

«Es una tragedia, esta Semana Santa no se nos va a olvidar», afirmó sobrecogido Roberto Cidad, director de La Salle, situado en una de las principales arterias de la localidad de la Margen Izquierda. El responsable del centro detalló que, como es habitual, los chavales se encontraban jugando en el patio, que permanece abierto fuera del horario escolar para el disfrute de la ciudadanía –un acuerdo con el Ayuntamiento que se lleva a cabo desde hace al menos dos décadas, por el que el patio abre al público los fines de semana para que se utilice como parque, de modo que los críos puedan jugar a fútbol, baloncesto u otro deporte–.

Según ha explicado el director a este diario, «en el transcurso de un partido que jugaban los niños, uno de ellos recibió un balonazo que le provocó un desvanecimiento. Al ver que el crío no se levantaba, las familias avisaron rápidamente a los servicios de emergencia. Tras llegar, vieron que la situación era grave y comenzaron a desalojar el patio». «Se quedaron ellos durante bastante tiempo intentando reanimar al chaval, pero lamentablemente no lo consiguieron. Se utilizaron todos los recursos disponibles» para intentar reanimar al pequeño, alumno del colegio Vista Alegre –desde el centro no han querido dar declaraciones al respecto–, pero el resultado fue desolador.

Esta tragedia se suma a la «mala racha» que vive Sestao en las últimas semanas, recordó la alcaldesa. Una época negra en la que se han perdido al menos cinco vidas. Hace casi dos semanas una madre de Sestao y su hijo murieron atropellados junto a un camping en Cantabria. A finales de marzo un motorista de 56 años pereció en un accidente en Asturias, cuando circulaba por la A-8 en dirección a Galicia. Y solo unos días antes se lloraba la pérdida de Lander Sollano, un joven de 21 años, futbolista de la primera plantilla del Trapagaran, fallecido tras ser arrollado de madrugada por un tren de cercanías a su paso por la estación de Galindo.

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