«Seguiremos construyendo una educación que transforme la sociedad»
El colegio Santa María de Portugalete recibe el máximo reconocimiento como centro referente de Unicef por su labor con los derechos de la infancia
Diana Martínez
Portugalete
Lunes, 15 de enero 2024, 16:42
«La educación transforma». Estas palabras de Isidro Elezgarai, presidente de Unicef en Euskadi, engloban la labor del colegio Santa María, en Portugalete, que este lunes recibió un diploma por su trabajo por los derechos de la infancia implicando a toda la comunidad educativa, tanto al profesorado como al alumnado –desde los dos años hasta los dieciocho– y sus familias. La colaboración con Unicef comenzó hace poco más de un año, cuando en una reunión se propuso al equipo directivo la posibilidad de ser un centro referente, y donde hubo sorpresa por parte de la organización, pues «nos plantearon cosas que ya veníamos haciendo», recordó el director, Alfonso Blázquez.
Una auditoría confirmó que el colegio cumple treinta aspectos agrupados en cuatro bloques: si en las instalaciones se conocen los derechos de la infancia, si hay espacio y margen para que sean los alumnos los protagonistas, convivencia y ambiente colaborativo con alumnado y familias. Todo ello mediante una labor continua tanto dentro como fuera de las aulas, trabajando valores como la solidaridad, el hermanamiento, etc. Así, los jóvenes participan en campañas solidarias, voluntariado, prácticas con personas mayores, con discapacidad o niños en situación de vulnerabilidad... Una noble labor con una meta por delante: «Mostrar a los chavales que son capaces de mejorar el entorno», apuntó el director. Y uno de los aspectos más importantes es que los estudiantes estén y aprendan a vivir estando seguros. «Aquí entran 'abusos cero', campañas de convivencia, seguridad en las redes sociales y educar en la conducta sexual», agregó.
Trabajo continuo
La nota de la auditoría fue de 97 puntos sobre 100; la máxima posible, pues los tres restantes son vías a trabajar en los dos próximos años, periodo que dura el reconocimiento como centro referente de nivel 3 de Unicef. Se trata del máximo nivel que la organización otorga a entidades educativas que defienden y promueven los derechos de la infancia. «No es solo un acto de reconocimiento. Hay que mirar al futuro, ratificar lo que hemos hecho bien y seguir mejorando en la medida que podamos, construyendo una educación que transforme la sociedad logrando un mundo mejor», expresó el director de las instalaciones jarrilleras, que este año cumplen su 85 aniversario.
La misma idea resaltó el presidente de Unicef, «orgulloso» de la labor que se ha realizado hasta ahora en Santa María, perteneciente a la red Kristau Eskola, bajo la congregación de los Hermanos Menesianos, y con 1.310 estudiantes matriculados. «Hay que impulsar una sociedad nueva donde impere el diálogo», añadió Elezgarai. «Ojalá veamos los frutos de este trabajo en el futuro», coincidió Blázquez.
