«Están saturados, necesitamos más médicos que nos atiendan»
Pacientes de los ambulatorios de San Vicente y Rontegi, en Barakaldo, aseguran sufrir largas esperas y reclaman más medios
Además de esperanza, en que los facultativos den rápido con la cura a sus problemas, los pacientes de los ambulatorios de Barakaldo llevan un tiempo aferrándose también a la paciencia, cada vez que se acercan a su centro de salud para solicitar una cita para poder ser atendidos de manera presencial o realizar cualquier trámite. Y es que se está haciendo habitual soportar largas esperas, debido, según indican plataformas sociales y hasta los propios profesionales, a la falta de medios y personal.
Una situación que sobre todo sucede en los barrios de San Vicente (donde se atienden a 19.574 personas) y en el de Rontegi (11.591), donde el problema es más preocupante al concentrar allí a una población más envejecida. Una realidad que llegó a ser debatida este lunes en el Parlamento vasco, en una comisión de salud en la que tanto EH Bildu como Podemos solicitaron un refuerzo en ambos centros para mejorar la atención.
A pie de calle el problema se vive con resignación. «Nos hemos acostumbrado a que nos den una cita de aquí a una o dos semanas, y al final tenemos que ir a Urgencias, colapsándolas», declaraba este jueves Juan Luis Redondo nada más salir del ambulatorio de Rontegi. «Dentro se ve a los médicos y trabajadores agobiados, no dan abasto», aseguraba, poco después de que el lehendakari Iñigo Urkullu lanzara la promesa en el Pleno de Política General de bajar la espera para la atención en los centros de salud.
«Yo me tengo que ir sin que me vea mi doctor porque no llego a tiempo al trabajo», afirmaba molesta Isabel Gutiérrez, después de haber permanecido una hora frente a la consulta, con una cita ya programada. «Esperaré que por lo menos me llame por teléfono, sino terminaré yendo al hospital», apuntaba.
Sobre las 10.30 horas, la situación en el ambulatorio de San Vicente era parecida. «Tengo cuarenta números por delante, y eso que solo vengo a que me entreguen un sobre», declaraba Felipe Antón, antes de que Ángel María Hernández abandonara el centro de salud con una cita con su médico de cabecera, «para dentro de doce días», después de media hora de espera.
Otros espacios
Para Teresa Gutiérrez, quien aguardaba fuera a un familiar, la solución pasa por contratar más personal y habilitar más espacios. «Los ambulatorios están saturados, necesitamos más médicos que nos atiendan, o que se abran consultorios en otras zonas. Este de San Vicente desde que se construyeron Las Torres está repleto», aseguraba.
Pese a las quejas y el malestar general, desde la OSI Barakaldo-Sestao han asegurado a EL CORREO que todas las vacantes de estos dos centros «están cubiertas». «La ausencia de profesionales se ha producido en momentos puntuales y por motivos siempre debidamente justificados», declaran, añadiendo que en algunas ocasiones cubrir esos puesto se ha hecho difícil «por la falta de profesionales en las listas de contratación actual».
