La reforma de la calle Los Fueros de Barakaldo divide a sus comerciantes

La principal arteria de Barakaldo, el paseo de Los Fueros, vía que conecta Bide Onera con la Herriko Plaza, pasará del bullicio de las fiestas patronales a la habitual tranquilidad del mes de agosto antes de que allí arranque una gran revolución. Y es que el próximo 2 de septiembre está fijado el inicio de los trabajos que la convertirán en un gran bulevar peatonal, gracias a una inversión municipal de 1,3 millones de euros procedente de los remanentes de tesorería del ejercicio 2022.

Las obras, que peatonalizarán en su totalidad esta calle, cerrada ya al tráfico durante la pandemia a manera de ensayo y para ayudar a la hostelería y al comercio en ese momento tan complicado, se realizarán en siete fases y está prevista que se prolonguen a lo largo de diez meses. Según ha podido saber este periódico, las labores arrancarán en Bide Onera y se irán extendiendo hacia la Herriko Plaza por la parte derecha. Cuando hayan llegado hasta el final, los operarios volverán a partir desde el inicio para completar todo el tramo de la izquierda y culminar así la reforma.

Los comerciantes de esta arteria, con los que se reunió el Ayuntamiento hace unos días para informarles de todos los detalles de esta intervención, han señalado a ELCORREO que «la calle se abrirá en canal por el medio para meter una tubería nueva». Algunos de los responsables de estos negocios aplauden la reforma, como es el caso de Jonathan Márquez, de la cafetería Turno de Día. «Todo lo que sea para mejorar, yo lo veo como un avance. Además, le van a dar una estética mucho más moderna», afirmó, aprovechando para aplaudir el cambio de baldosas. «Las que hay ahora resbalan mucho y se cae la gente».

En el tramo en el que él se encuentra, próximo a la Herriko Plaza, y muy cerca de la oficina de Hacienda, está previsto que intervengan el próximo año, en la última fase, «sobre el mes de junio», con el objetivo de tener la calle lista para los 'Cármenes' de 2025. Antes las obras afectarán a otro negocio de hostelería, Café Norte. Su dueño, Ángel Souto, no pone pegas a los trabajos que se realizarán, aunque confía en que «no haya retrasos. De lo contrario, me pillará todo el verano, que es cuando más falta hace la terraza». Lo mismo opina Nerea Viguera, de la floristería Oyar-bi, situada en el otro extremo, frente al metro. «Me parece bien lo que van a hacer, aunque espero que no se alargue mucho», declaró. Ella es de las que utiliza parte de la acera como expositor debido a las reducidas dimensiones de su negocio.

Pero estas obras también tienen detractores entre los comerciantes del centro. Hay quienes no entienden el motivo de estos trabajos y ponen el foco en la inversión que se llevará a cabo. «Ya está peatonal y van a dejar algo similar. Se va a gastar dinero para poner algo parecido». Esto mismo opina Jorge Vasallo, de Calzados Laia, local ubicado haciendo esquina con la calle Bizkaia. «No le veo mucho sentido», declaró, antes de relatar que las obras, según le indicaron, llegará a la altura de su negocio en abril. «Hace unos años en Basauri también me tocó la peatonalizaciónde la calle en la que tenía una tienda. La gente, al dejar de pasar por allí, cogió otros hábitos, bajó mucho la clientela y tuve que cerrar», afirmó, aunque es consciente de que en el caso de Barakaldo, por la singularidad del paseo de Los Fueros, será distinto.

Esta reurbanización, que conllevará la renovación de la iluminación, del mobiliario urbano y de la vegetación, así como la creación de más espacios de descanso, hará que algunos eventos que se suelen celebrar a lo largo de esta arteria tengan posiblemente que buscar un recorrido alternativo –es el caso de las cabalgatas de Olentzero y los Reyes Magos, por ejemplo–. «Nos vamos a quedar sin ellas el próximo año», lamentaba Marisa Antunes, de la tienda de chucherías Golosinas Magia. A su juicio, «no es el momento de gastar tanto dinero en un proyecto como éste», al tiempo que solicita un cambio de baldosas «en todo Barakaldo». Hace escasos días, sufrió una caída en otro punto de la localidad después de un resbalón.

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